Ya reporté hace algunos días que mi visita a Martina el día del amol, casi había sido un fracaso, si no fuera por Celeste (cmr) que salvó la situación. Hace unos días Javiera me informó que Martina había sido “rehabilitada”, por si quería ir a desquitarme jejeje. Yo, aunque no soy rencoroso, decidí pedir la del desquite, para ello, Javiera hizo su aporte con una pequeña “atención”.
Me desperté hoy temprano, desayuné temprano, desayuno de campeones, me duché y vestí temprano, para estar listo para mi incursión. Para asegurarme, informé por wsp que estaría a la hora señalada (10:30) y Javiera me informa que Martina vendrá de tarde. ¡Plop!
Datos Generales
Centro Masajes : Templo del masaje
Ubicación : Metro Bustamante
Costo : $25K (atención especial por decepción del 14/02)
Horarios : 15:00
Fono : Wsp al 9 7307 1646 y al de Javiera
Recepción : Como a los de la primera Fila, entre vítores
Higiene : Impeque, siempre
Terapeuta o Masajista
Masajista : Martina
Contextura : Chiquitita rica, culo hecho a mano
Trato : 7 casi me enamoré
Cara : 6 una sonrisa y una mirada de embrujo, cara de bandía
Besos : 6,465… hubo hartos besos, pero en general por iniciativa mía, ella colaboró, en todo caso
Masaje : 7
lo hice yo
Sensitivo : 6,7 muy bueno, pero va a mejorar, seguro
A las 14:55 llegué al templo, me recibió Andrea, muy amable, con un rico besito. Me llevó al box y me dijo que Martina venía en camino (venía detrás de mí). Me vino a saludar Javiera que estaba de maestro chasquilla, haciendo perforaciones (en las paredes).
Y aparece Martina, pura sonrisas, Javiera hizo las presentaciones y en el saludo una señal de alerta, los que son clientes habituales del templo me entenderán… Martina me saluda con un beso en la mejilla…¡¡Chan!!
Salió un momento del box, y a la vuelta, se reivindicó y me dice: Sabes que salí rápido de mi casa, ¿te parece si nos duchamos juntos?... “déjame pensarlo” iba a decir yo jajaja. A los dos minutos estábamos en la ducha. Como es de esperar de un gentleman, procuré colaborar con su aseo, jaboné todo lo que se alcanzaba a ver y algunos sectores que no alanzaba a ver también. Debo acotar que Martina es chiquita, pero tiene un pellejo de thriller, un culito redondo, paradito, carnoso, tentador, unas tetitas pequeñas de todo mi gusto.
En el box, me hizo tenderme en la camilla y a poco de empezar, yo, sin ninguna segunda intención, le mencioné que a otras masajistas las masajeo yo, cuento corto, se quitó los churrines y se tendió en la camilla. Antes de proceder con el masaje propiamente tal, ella me confesó que es muy regalona y yo, porsiaca, ensayé el regaloneo en sus gluteos, el veredicto fue favorable. Masaje en la piernas una pasada persistente por esas nalgas carnosas, masaje en la espalda y ella se iba entregando. La pasada de regreso fue con besos iba en dirección a sus piernas cuando unas formas de bella curvatura, sin aristas, me llamaron como un canto de sirena… veeennn!! Y yo fui.
Me costó salir de la zona de su culo, ella se dejaba, cada cierto rato, yo le preguntaba cómo lo estaba haciendo, ella aprobaba. Acaricié, mordisqueé, succioné sus nalgas, me aventuré en las profundidades… uff
Luego, empecé a acariciar y besar su cuello, besos en la boca, ella estaba totalmente entregada y la hice darse vuelta. No voy a entrar en detalles suntuarios, me quedé pegado un buen rato en ese clítoris, que pedía atención. Fue en ese momento que ella me preguntó algo referente a meter, que yo, inocente como soy, no supe interpretar en el primer momento, entonces, ella se confesó “ganosa” ¿canosa? Díjeme yo… ah, no… ganosa. Eso fue una orden indirecta para mí. Ahí me apliqué con mayor dedicación, ella daba algunas instrucciones que no voy a repetir por si hubiera menores entre los lectores.
Cuando ya estaba casi llegando a la cima del Everest, ella pidió pasar a mayores, enfundó y yo me quedé sentado en el sofá, resignado a mi suerte. Ella asumió la posición de cowgirl invertida, ¡Qué imagen más ricaaaa! Luego, cambio, cowgirl frontal… ¡más rico aun! Por ahí ella pidió que la atacara desde la retaguardia, yo obediente. Después me hizo tenderme en la camilla, de espaldas y ella se volvió a montar. Se inició una cabalgata infernal, ¡¡cómo se movía!! Entremedio, me pedía que acariciara su delantera, yo, como buen mandao... No paró hasta que, según me informó, alcanzó la cima. nos quedamos un rato en esa posición y ella volvía a moverse.
Volvió a la calma y se dedicó a FC, como supondrá la audiencia.
Señores, Martina queda recomendada. Es muy simpática, amorosa, juguetona, CALIENTE quiero decir ganosa.
En mi próxima visita será más difícil de decidir con quién me atiendo. Martina entró con fuerza.
Ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa.