Centro Masajes: Angy Independiente
Ubicación: Metro Universidad de Chile/San Diego
Costo: Full
Horarios: Lunch
Fono: +569 94870312
Recepción: Acogedora, amable y sonriente (lejos mejor que en la casa)
Higiene: Impecable y con muy buen gusto, tiene estilo.
Masajista: Angy
Contextura: Cuidada, delgadita y curvilínea.
Trato: 10, es de lo mejor, sin apuros y con muy buena conversación.
Cara: Preciosa y con unos ojos gatunos que electrizan.
Besos: 7 variados, algunos calentones, otros suaves y de pololos!!!
Masaje: De lo mejor, ella sabe lo que hace, hay técnica y sabiduría, produce sensaciones que sólo ella provoca. A ratos me sentí como si estuviera en las manos de alguna antigua sacerdotisa.
Sensitivo: 7, con algo más de confianza imagino podrían ocurrir cosas espectaculares.
Día de san silvestre. El año se acaba señores y yo en la búsqueda de un buen término de ciclo había contactado a Angy el día anterior para pasar por allí cerca de mediodía. Otras veces había hablado con ella sin poder concretar una cita, y siempre me llamó la atención lo bien dispuesta a conversar y compartir que aparecía por whatsapp, sin apuros, divertida y cero complicada. Hasta que llegó el día y yo en el portal de su templo, la llamo para avisarle que llegué y sorpresivamente aparece a mis espaldas acompañándome a entrar al lugar. Al verla me sorprende la hermosura de esos ojitos y cómo en un cuerpo pequeño, menudo podía haber tanta belleza, una linda sonrisa, una piel hermosa y ufff mejor no sigo porque capaz que parta para allá otra vez.
Lllegamos al lugar y como decía, ella sin prisa, nos ponemos cómodos, tomamos algo y conversamos animadamente de quienes somos, cómo va la vida y el fin de año y etc. Su cigarrito, sus carcajadas y luego a la ducha. El lugar está muy bien ambientado, limpio y con muy buen gusto.
Al volver de la ducha, me la encuentro vestida como si fuera la sacerdotisa de algún templo de afrodita o algo así, velos, música ritual, un ambiente bastante erótico y tranquilo a la vez. Se las trae Angy y me está gustando esto.
Una vez en la cama, ella se aplica con su masaje, siento como esas manitos pequeñas y energéticas me recorren con una mezcla de intención sanadora y calentura que me lleva por lugares de las ancestrales Babilonia y Persia. Me fui en la volá, pero la verdad es que su masaje es exquisito, a ratos intenso, profundo y ella te hace sentir que de verdad quiere cuidarte y hacerte sentir bien y no sólo se aplica con espalda y piernas sino que va mucho más allá.
El tiempo parecía detenido y yo estaba a 20 centímetros de la cama cuando escucho un susurro que me dice suavecito: “ya mi amor date vuelta”. Qué ricas sensaciones produce y yo ganoso de ir más allá aún.
A esas alturas yo ya estaba listo para ir al altar del sacrificio todo relajado y con sólo con una tensión exquisita y firme por liberar, y vino lo mejor….
Ella continúa con su labor de sacerdotisa, recorriéndome con sus manos y su lengua, besando cada centímetro de piel, dejándome sentir sus pezones por todo el cuerpo con una suavidad exquisita, todo alternado con ricos besos. Encontrarme de frente con esos ojazos, con esa piel suave y besarla como si fuese la primera vez fue sexacional. No hubo lugar en que no estuviéramos en contacto suave y tranquilo, de manitos tomadas y todo.
En un momento todo cambió, y ella comenzó a devorarme y a regalarme esas miradas lindas desde los pies de la cama y jugando con la intensidad y la profundidad de un sexo oral exquisito. Luego fuimos a Rusia y posteriormente nos trasladamos al momento en que ya no nos vimos las caras y pude saborear la esencia de esta linda mujer. Todo sin prisas y en un ambiente de complicidad. Qué manera de cerrar el año…!!!!
Finalmente y con la debida protección, Angy me permite entrar en su templo y sentir su calor, recorrerla suavemente, entrar y salir para volver a disfrutar como me devoraba, me encantó como su sexo se acoplaba con el mío una vez y otra vez. Así estuvimos un buen rato jugando con la profundidad y la intensidad para volver a empezar hasta que decide montarme y cabalgar sobre mí. Qué lindo espectáculo tenerla de frente y contemplar su lindo cuerpo y su templo ardiente mientras yo entraba y salía de él. Es generosa esta musa sacerdotisa.
Luego, vino lo inevitable: vi las estrellas y la vía láctea , fue delicioso y terminar todo en un exquisito abrazo y con un largo beso. Después un pequeño regaloneo, duchita, agüita, otro abrazo, otro beso.
A todo esto, al final de todo me vine con un regalito, un detallito para comenzar bien el año, se las trae Angy… y aquí estoy con ganas de volver a entrar en su templo…