Datos Generales
Centro Masajes: Mías Spa.
Ubicación: Metro Salvador.
Costo: 20 lks. más tips.
Horarios: 11:30 hrs.
Fono: En el anuncio.
Recepción: Bien.
Higiene: Bien.
Terapeuta o Masajista
Masajista: Sofía.
Contextura: Delgada.
Trato: 7.
Cara: 6.
Besos: 7.
Masaje: 7.
Sensitivo: 7.
Mías Spa ha causado en mí gratísimas impresiones y dulcísimas sorpresas, pero como si no fuera poco mi más reciente visita a este centro la semana recién pasada hizo en mí creer que las cosas geniales no se detienen cuando quieren ser así.
Yo tengo un target definido ahí, me has sido muy esquiva (demasiado diría yo) y aquella ocasión no fue la excepción por temas de salud u.u, así que muy amablemente Aylín al fono me indica el resto de chicas disponibles, así que partí a primera hora nomás.
Mientras el intenso e infernal calor capitalino se calmaba en mi ser gracias a un heladito vaso de agua que me ofrecieron se presentaba ante mí el ramillete de rosas que aún me falta por conocer, pero una me llamó poderosamente la atención, no tanto porque fue la única que me saludó de beso en la boca (jejeje) sino porque acusaba conocerme (que es rico cuando son ellas las que te reconocen ah), y al decirme su nombre y de donde nos conocíamos mi decisión quedó tomada de inmediato. Era Sofía ex templo Kandy... ufff... recuerdos y más recuerdos... y eso que fue una sola vez que me atendió. Paradójicamente lo que menos lograba recordar hasta ese momento era su rostro... ¿por qué será?
Así que ducha de rigor y de guata a la camilla.
Lo demás fue un derroche de buena onda y conversación mientras el masaje se ejecutaba con sus suaves manos, hasta tuvo que bajar un poco el volumen de la música, era casi innecesaria. Nos pusimos al día de nuestras vidas, que qué habíamos hecho luego de su ausencia, tallas y más de alguna frase sugerente también me tiró, etc. Es muy simpática Sofía. Mucho menos tímida que aquella vez sin lugar a dudas.
Lo que todo camillero espera por fin llega, cuando el sutil sonido de las prendas caer se siente. Se sube a la camilla y empieza a masajearme con sus tetitas, mezclado con besitos en mi espalda alta, cuello y orejas... CSM y yo aún de espaldas, qué tortura. Con sus piernas empezaba a rozar las mías wn, yo ya no hallaba la hora de darme vuelta. Pero no quise interrumpir su faena, hasta que ella misma me dice las tan esperadas palabras, me giro y aquí el reencuentro más íntimo se materializa.
Me la encuentro sólo con un sugerente colaless negro, todo ese bello cuerpo que posee estaba frente a mis ojos sin yo poder creer que se hubiera dado esta oportunidad. Ella aproxima a mi -honestamente- horrible cara y los besos apasionados no se hicieron esperar. Wn qué rico besa ella, mi compañero empezaba a reaccionar a eso, pero no sabía no que vendría.
Se sube nuevamente a la camilla y empieza el franeleo, un franeleo peligroso, ella sólo con su diminuto colaless haciendo que nuestros sexos se froten con relativa rapidez, se tornó aún más peligroso cuando ella se corre un poco su prenda, moja su mano con saliva para acariciar mi pene que a esas alturas estaba como piedra y el franeleo continuó, de un momento a otro me acordé del estilo Olimpo wn, luego se deposita sobre mí y eso siguió pero esta vez nuevamente devorándonos nuestros labios. Ahí recordé que ella, antes de iniciar el masaje, me ofreció un dulcecito, el cual aún tenía en mi boca, de tanto jugueteo entre nuestras lenguas terminé dándoselo a ella (o ella me lo robó jajaja)
Me devuelve el dulce en otro beso já. Se vuelve a sentar sobre sus piernas, saca un condón, enfunda y empieza un oral laaargo y dedicado, con saludo a los testículos incluso (eso me fascinó). Me tuvo caminando por la cornisa en varios momentos, así que para calmar un poco las pulsaciones me senté a un costado de la camilla. Pero ella simplemente no me dejó respirar, se pone al frente mío, nuestros rostros se encuentran nuevamente y más besos, pelea de lenguas, yo acariciando su cintura y besando también los bonitos pechos que tiene, su cuello, más besos. Ella empieza a manejar a mi amigo cosa que siga rozando su sexo, y ahí los movimientos fueron con más intensidad, ahora ambos apoyados en una inocente camilla, ya derechamente yo agarraba con fuerza con ambas manos su cola para que el ritmo fuera mucho más intenso, nuestros abdómenes se chocaban, ambos jadeando, ella diciéndome palabras que me cuesta reproducir ahora.
(Aquí no me pregunten si hubo ingreso o no, estaba tan ocupado besándola y, a la vez, preocupándome de que la camilla no se cayera que no me fijé, aunque lo dudo...)
De ahí me aparto de la camilla, y ella me dice si me lo puede chupar, qué le dijeron, se arrodilla y continúa con un oral magistral, ésta vez yo llevé un poco más el ritmo. Ella sólo abrió la boca y yo metía-sacaba, estaba penetrando su boca wn, a veces lento, a veces rápido. Garganta profunda ensayó también (creo que en una se ahogó, jajaja