Como autoregalo de navidad, decidí visitar Paraíso el viernes. Mi tarjet estaba entre Valeria y Zafiro. El viernes no estuvo ninguna de las dos, así que quedamos con Valeria para el sábado, en primer horario (11:00 en teoría). Alrededor de las 11:30 nos encontramos, pasamos el box. Valeria me pidió un par de minutos, para limpiar la tina… proceso interesante de observar, sentado en la camilla, mientras Valeria se aplicaba, culito parado. Así las cosas, yo no tenía mucha prisa jejeje
Acto seguido, pasé yo a la ducha y nos encontramos con Valeria junto a la camilla. Empezó una conversa larga. Entremedio, yo aprovechaba de acariciar la anatomía de la flaca y, de vez en cuando, la besaba. Se alargó harto la conversa, tanto que, cuando Valeria me indicó que me tendiera en la camilla, ya la tenía desnuda. No, no hubo masaje, yo le ofrecí hacerle yo el masaje, pero ella tampoco se tendió en la camilla. La atraje hacia mí y apliqué algo de breve masaje, estando de pie.
De masaje a caricias y de caricias a elevar la temperatura… yo acariciaba sus partes sensibles y ella hacía lo propio con FC. En algún momento, puso el profiláctico y empezó un rico oral. Como se había puesto de rodillas, pasado un rato pensé que le estaría doliendo y la hice levantarse, luego la hice sentarse en la camilla y mi boca comenzó maniobras de aproximación a su zona cero. Ella se echó de espaldas y yo ataqué. Largo rato mi lengua se afanó en darle placer, aunque no conseguí llevarla a la cumbre, es dura de matar la muchacha.
Pasado un rato, ella me dijo que le tocaba a ella y retomó el oral, sin levantarse de la camilla. Cuando ya sentí que se acercaba el punto de no retorno, acordamos cómo daríamos el último acto y optamos por una “paja brasilera”. Pasados algunos minutos de semejante estímulo, FC se derramó. Algunos besos más, limpiarnos y pasamos a la ducha.
Mientras me vestía, llegó otro cliente, Valeria fue a recibirlo y volvió. Pagar, los últimos besos y de regreso a la locura de la gente en sus compras navideñas.
Una sola queja: dado que se trataba de mi único regalo navideño, se suponía que Valeria me recibiría con una cintita de regalo… ¡ni se acordó! Como el momento había estado tan rico, le hice saber mi queja vía wsp, más tarde.
Volvería?... déjenme pensarlo... a Paraíso, tengo dos motivos para volver: Valeria y Zafiro. Con Valeria, nada de raro que vuelva poh... nos llevamos tan bien con la flaca... sí, yo creo que sí jejeje
Ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa.