Datos Generales
Nombre: Paraíso Spa
Ubicación: Santiago Centro.
Costo: 20 más tips
Horarios: tarde tipo 16:30 aproximadamente
Fono: 965492914
Recepción: excelente
Higiene: limpio todo en orden.
Terapeuta o Masajista: Amanda
Contextura: 6 normal, caderas anchas. No fue tema.
Trato: 7 coqueta y cómplice.
Cara: 6,5 mirada calentona.
Besos: 7 de todos los tipos.
Masaje: 7 excelente.
Sensitivo: 7 espectacular.
Había conversado con Valeria respecto a la posibilidad de celebrar mi cumpleaños en el centro, ella me señalo que podría hacerme un regalo, tan amable y simpática que es ella. Bueno es martes y me desocupo de los compromisos que tenía ese día y estando relativamente cerca, llamo para saludar y me cuenta que se encuentra acá, conversamos brevemente y parto para el departamento indeciso de tomar un dual o una atención individual.
Llego, me recibe ella misma con un abrazo cálido y apretado acompañado de un suave y rico beso, que me dejo con gusto a poco. Me hace pasar al box que tiene caño, conversamos brevemente de la vida y posteriormente comienzan a presentarse las chicas que estaban disponibles en ese instante. Primero entra Zafiro, a quien conozco de una atención que debo reporte, sin embargo, don Antechirus, con sus relatos ha dejado más que claro la calidad de esta bella joven.
Después pasa Amanda, quien me dice feliz cumpleaños y me da un rico beso, como si de la última visita a ese instante no hubiese transcurrido nada de tiempo, después pasa Florencia quien se veía muy linda y conversamos brevemente.
Debo confesar que mi idea de dual se esfumo pues no estaba la Cata, a quien quiero conocer, la Vale estaba al teléfono y quería ver si por ser mi cumpleaños podía hacer una excepción para un dual o individual, sin embargo, no fue posible. Así que deje que mi instinto decidiera y opte por una sesión de uno contra uno con Amanda.
Entra Amanda a consultar con quien me quedo, se me acerca le doy un beso suave que paso a ser intenso y después le digo contigo y me da otro beso apasionado, después sale a informar que me quedaré con ella, cambia la música muy buena por cierto, hay que agradecer a ese k-liente que regalo el pendrive al local.
Cierra la puerta y comienza un festival de besos de todo tipo, suaves, intensos con lengua, mordiscos, agarrones, nos vamos contra la muralla, risas entre nosotros, después contra la camilla, de paso desnudándonos quedando ambos prácticamente desnudos, seguimos besándonos y me dice parece que no vas a querer masaje… le respondo que por ahora no y seguimos excitándonos mutuamente por medio de caricias e intensos besos. Le pido que se siente en la camilla y comienzo a besarla, con calma e intensidad al mismo tiempo, beso su boca, su rostro, su cuello, sus pezones, sus grandes pechos, sin dejar zona de ellos por besar y acariciar y mientras mis manos recorrían su espalda y lentamente comienzan a explorar más abajo, donde posteriormente llegaría con mi boca y comienzo a realizar un oral que permitió que ella disfrutará de su primer orgasmo del encuentro.
Ocurrido eso ella se incorpora y me realiza un suave oral, después algo más intenso todo esto sin manos, después nos fuimos al suelo, si la vez anterior habíamos recorrido la habitación contra las murallas, en esta ocasión fue en la alfombra donde comenzamos a unir nuestros cuerpos de diversas maneras, acabando juntos en un explosivo y rico orgasmo de manera simultánea, recuerdo como sus dedos se encogían en la alfombra mientras suspiraba ahogando ese grito de placer.
Se da vuelta, literalmente me come a besos, después me limpia y me invita a subir a la camilla, donde Amanda me realiza un masaje suave por casi todo el cuerpo, con el cual me relaje aún más, después comienza con sus caricias a despertar en mí el deseo y ella con un rostro que su denotaba excitación y maldad y me indica que me dará mi regalo de cumpleaños, el cual fue una sesión de placer mutuo de mayor intensidad que el que había ocurrido previo al masaje, regalo que le agradecí y correspondí de diversas maneras.
Después nos duchamos juntos, que ducha más rica, la ventaja que tiene este centro es que la ducha se encuentra al interior del box, lo cual permite privacidad y complicidad con la musa.
Posteriormente nos secamos, nos vestimos con esa mirada cómplice de parte de ella, sumado a una sonrisa de satisfacción mesclada con lujuria. Al despedirnos comenzamos nuevamente con besos… uff que besos.
Amanda, al menos conmigo, tuvo una actitud y complicidad que se dio en nuestra primera vez, por eso creo que en el encuentro con ella pasaron las cosas que pasaron.
Ambos terminamos con la cara llena de risa, relajados y con ganas de más…
Volvería: de todas maneras, me quedan dos musas por conocer además de ver si ocurre algo nuevamente con la bella Vale.