Uff, hace bastante tiempo que no publicaba, pero aquí vamos de nuevo, es que merecía ser publicado.
Datos Generales
Centro Masajes : Luna Azul
Ubicación : Moneda, a pasos de metro Santa Lucía
Horario: 6 y algo de la tarde
Día: 29 del mes que pasó
Higiene : Impecable, como corresponde.
Terapeuta o Masajista
Masajista : Angie
Contextura : Normal, muy a mi gusto
Trato : 7
Cara: 7
Besos : Cuál es el número más alto? Eso x 10.
Masaje : Suave y bastante simple, no tanto aceite, bastante bien.
Sensitivo : Todavía desvarío
Si bien soy un usuario de la página y de las promociones obviamente, no escribo ni comento mucho, pero está vez, a mis años como camillero, puedo decir que es la vez que me han dejado más contento y satisfecho.
Llegué al local sin conocer mucho de él, de hecho nunca había asistido y, al estar cerca de un lugar al que tenía que asistir, me animé a ir.
Al llegar muy amablemente me presentan a las masajistas disponibles ese día, y de entre ellas escogí a Angie, algo en su cara me atrajo desde un principio, y la verdad no me equivoqué.
Comencé con una ducha para quitar el sudor del viaje, terminado eso me entregué a sus manos. Su masaje, sin ser fenomenal, me ayudó bastante a a relajarme. Conversamos de forma distendida durante el tiempo en que masajeaba mi cuerpo, y cada vez se acercaba más a mí. De pronto cambió la música y se despojo de sus prendas, y comenzó con un juego en mi espalda que de verdad me tenía loco! Respiraba suave en mi oído, mordía mi oreja... Una panacea!.
Luego... La frase que todos esperamos, dese vuelta... Comenzó con un beso que me enganchó inmediatamente, mientras alzaba una pierna y me mostraba su sexo afeitado y esperando a ser tocado, besado, penetrado. Nos hicimos sexo oral mutuamente (recalco el tema de la higiene, muy bien!) Y luego terminamos con una penetración que me hacía mantenerme en calma para no explotar tan rápido, mientras ella me miraba de forma lasciva y ardiente hacia atrás. No pude aguantar mucho más, exploté.
Terminamos con unos besos y abrazos bien ricos, luego me preparó la ducha nuevamente, terminé y ayudó a secarme.
Nos despedimos con un beso bien apasionado...
La verdad es que he quedado con ganas de más. Quiero repetir la experiencia, y probablemente lo haga hoy mismo incluso.
Eso, nada más que decir. Una diosa.
Nos vemos.