Desde noviembre que estaba en receso. Los anuncios del Templo me tenían motivado. Había estado chateando con Javiera y me había llamado la atención Martina. Javiera me contó que era ex BS y ex Msk, me insistió que en BS se llamaba igual, pero no me sonaba ninguna Martina. Sospechando quién podía ser, agendé el jueves en la tarde, para viernes a las 10:30. Día del amol, con detallitos especiales. Como siempre, muy creativa la Javi.
Llegué 10:25 y me recibió Andrea, muy amable, me llevó al 2° piso y me ofreció agüita o jugo (de las otras alternativas, no supe nada). Martina no había llegado, Andrea estuvo llamándola, pero no hubo caso. Entretanto, para entretenerme, Andrea mandó a Celeste (cmr) y a Jade que se presentaran. Rica Celeste, linda Jade.
En vista del impasse, opté por pedir que me atendiera Celeste, dato calado. Cuando Celeste volvió al box, la noté distante, hasta pensé que pudiera estar algo molesta. Me ofreció ducha, le recordé la ducha hot, ella no sabía que era parte del menú del dia del Amol. Finalmente aceptó. En la ducha, aproveché de acariciarla y darle algunos besos en el cuello y hombros, aunque ella se dejó, la seguía sintiendo distante.
Volvimos al box, me preguntó si quería masaje, “no, ¿y tú?”. Ella sí que quiso masaje, creo que las últimas seis veces que he estado con ella, la he masajeado yo a ella. Se tendió de guata y procedí. Masajeé sus piernas y espaldas, me dí un festín acariciando y besando su culo. Mi lengua de oso hormiguero se aventuró por hendiduras recónditas. Ella fue entrando en el juego. Luego, le dije que se diera vuelta. Ella me preguntó ¿masaje por delante ahora? “sí, ¿cómo lo quieres, con las manos o boca?”, ella eligió boca y yo, que siempre he sido un mandao de las mujeres, acaté, obediente.
Una cosa llevó a la otra, hasta que ella pareció llegar al Nirvana. Besos, de aquellos que da Celeste y se bajó de la camilla, se arrodilló y procedió.
Lo demás, ya os lo podeis imaginar. Celeste sabe cómo hacerlo disfrutar a uno.
Una vez que volvimos a la calma, me ofreció ducha, le propuse ir juntos. Su respuesta fue seca, “la promo es ducha a la entrada o salida, no las dos”. Yo, con un tono humilde le dije “ya sé, sería por cariño, nomás”. Su cara dibujó una leve sonrisa y partimos juntos a la ducha.
Al momento de pagar, me dieron mi cupón de descuento del día del amol. Antes de retirarme, nos abrazamos con Celeste y nos besamos muy rico. Me acompañó a la puerta y, antes de abrir para dejarme salir, un beso final. Así es Celeste.
Por la tarde, me escribió por wsp Javiera, se disculpó por la inasistencia de Martina y me informó de la medida que tomó. No tuve necesidad de quejarme ni reclamar. buen punto. Javiera marca la diferencia.
Ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa.