Centro Masajes : Jardín Erótico
Ubicación : Metro Sta. Lucia
Costo : promo full
Horarios : 15.00 aprox
Fono el publicado
Recepción : amable y cumpliendo los cuidados Covid
Higiene : todo limpio
Masajista : Anais
Contextura : rica
Trato : 7 muy bien
Cara : 6,5 es muy guapa
Besos : pocos, en formato pandemia
Masaje : agradable, relajante
Sensitivo : 7 maestra, se maneja
Debo confesar que hace rato estaba queriendo coincidir con ella, sus fotos se me hacían super tentadora y no me falló la intuición.
Sin duda, que el ser nuevo ante su atención creo que influye en que no haya habido tanta interacción, del tipo besos, pero ella se muestra muy simpática y de agradable conversación que van compensando esa distancia inicial.
Espero ir ganando confianza con ella, en la medida que vaya repitiendo. Me costó varios intentos pillarla, por lo cual conocí a Paola en ese mismo centro y a Pamela en Bliss, no me arrepiento de esa búsqueda, el azar me hizo volver a intentarlo hace unos diez días, con éxito!!!
Coordino por whatsapp y parto raudo, para que el destino por fin se apiadara de este humilde mortal, y llego y cumplo con el protocolo covid (toma de temperatura y alcohol gel) y
paso al cuarto para prepararme a la ducha de rigor. Vuelvo y esta esperándome con su babydoll. Me invita a tenderme en la camilla, (la que encontré un poco insegura, un poco endeble) y comienza el masaje. Amenizada con una agradable conversa de diversos tema, pega, covid, mi escasa experiencia en las camillas y contarle un poco las veces que había intentado encontrarla, etc.
De pronto siento que se aleja un poco de la camilla, volviendo solo con su colaless, por lo que uno ansioso podía intuir que se venia lo bueno, sintiendo su piel, disfrutando su perfume y besos en el cuerpo, que fueron haciéndose más intensos con el pasar del tiempo y el alza de la temperatura.
"Dese vuelta", y comienza con la atención personalizada a mi compañero de vida, que a esa altura ya era un altanero incapaz de bajar su mirada ciclope, salvo por el accionar de Anais, que hizo lo necesario para hacerlo sucumbir, tanto en el sensitivo como en el posterior paso al colchón que completa la pieza, donde da rienda suelta a toda la sensualidad y fogosidad que exuda esta bella mujer. La disfruto, la saboreo, siento que ella también lo disfruta, cambiamos posiciones, ella sobre mi, haciendo que tuviera que pensar que repasar las tablas de multiplicar del 17, para evitar acabar muy pronto, luego se pone en cuatro donde pudo refrendar la idea que tenia al ver sus fotos, una cola hermosa, esas margaritas que se forman sobre sus nalgas y sus caderas, el postre prometido que me había imaginado.... exquisita sensación hasta que ya no hubo piedad, llegó el final.
Intentaré volver pronto, eso es seguro, pero debo confesar que ahora quiero conocerlas a todas... quizás me envicie un poco, pero seguro uds lo entienden