Datos Generales
Centro Masajes : Templo del Masaje
Ubicación : Metro Santa Lucia
Costo : $ 30.000.- en promo
Horarios : 17:30 hrs
Fono : Publicado
Recepción : Muy agradable y amablemente, como siempre
Higiene : Con todos los protocolos correspondientes
Terapeuta o Masajista
Masajista : Mia Chilena
Contextura : Delgada y curvilínea
Trato : 7 desde que ingresas, te hacen sentir bien.
Cara : 6
Masaje : 6
Sensitivo : 7
Relatar: Hace rato que necesitaba un masaje, pero no tenía el tiempo de ir, hasta que el martes 02/06, andaba en el centro y se abrió una ventana. Me comunico por WhatsApp, coordino hora y pregunto por disponibilidad de masajista. Me responden que Mía Chilena está disponible y como aún no me atendía con ella, acepté con gusto.
Llego a la hora indicada, aviso y me indican que suba. Se abre la puerta y detrás está ella, Mía Chilena, esperándome con su uniforme bien ceñido al cuerpo, dejándome apreciar su muy buen término de espalda. Protocolos de limpieza al ingresar y luego me hace pasar al Box. Me desprendo de mi ropa y a la ducha correspondiente. Ya de vuelta al Box, aparece Mía y me tiendo sobre la Camilla, para dejarme querer.
Mía comienza por mis piernas, con masajes suaves pero firmes, conversación de por medio, para ir rompiendo el hielo y empezar a conocernos. Ya luego de unos minutos, al parecer le dio un poco de calor, ya que se despojó de sus pantalones, quedando con una tanga rosada, muy sensual y que dejaba a la vista su buen trasero. Luego viene el turno de mi espalda y al cabo de unos minutos se quita su blusa y sostén, quedando al descubierto su proporcionada delantera, para incorporarla también al masaje en mi espalda. Hasta que después de 3 exquisitos e interminables minutos escucho en un susurro, la frase que estaba esperando en mi oído, dese vuelta corazón.
Como soy un hombre obediente, hice caso a esa petición y comienza a masajear mis piernas con sus manos y a presentarse ante mi amigo inseparable, que obviamente y con todo respeto, estaba de pie, poniendo atención a todo lo que Mía le decía… En un momento, Yo creo que ella pensó que estaba con problemas de respiración, por que empezó a darle respiración profundamente, mirándome a los ojos, como preguntándome, ¿lo estoy haciendo bien? Y Yo no podía responderle, ya que estaba concentrándome para lo que se venía a continuación.
Hasta que llegó el momento de enfundar el arma, para ir a las profundidades de su entrepierna.
Eso es lo que puedo contar al respecto.
Volverias : volverias? Absolutamente, por supuesto !!!
Para repetir o bien para degustar a 2 chicas que aún no conozco.