Templo del Masaje - Mia Rusa de improviso

Centro Masajes : Templo del Masaje / Jardín Erótico
Ubicación : Metro Santa Lucía
Costo : promo full
Horario : 11:30 am
Fono : el publicado
Recepción : Buena
Higiene : Buena

Terapeuta o Masajista
Masajista : Mia (la rusa)
Contextura : Alta. Buenas caderas y trasero. Unos pechos grandes para regalonear harto.
Trato : 7
Cara : 6.5
Besos : No hubo (modo covid)
Masaje : 6.3
Sensitivo : 7++

En general me gusta planear mis incursiones camillísticas con tiempo (suelo agendar con al menos un día de anticipación). Esta vez no tenía planeado agendar nada. Pero esa mañana andaba más caliente que la cresta y no se me pasaba. -Bueno, qué le hace el agua al pescado -pensé. Como ya se hacía tarde me voy a la segura por la regalona: consulto si Mía Rusa está disponible y acudo al lugar apenas me dan la confirmación.

Me recibe Mía en la puerta. Alcohol gel, termómetro y desinfectante a los zapatos. Nos saludamos de un abrazo, habitación, ducha y a la camilla. Parte con suaves caricias a la vez que se inclina para rozar suavemente mi espalda con su cuerpo. Su masaje es suave y muy relajante. Lo mejor es que utiliza buena parte de su cuerpo para acariciarte a la vez que te masajea, con lo que consigue relajar y excitar al mismo tiempo. Aunque su masaje es relajante se dio el trabajo de aplicar presión a unos músculos especialmente contracturados de mi espalda. Se sube a la camilla y con sus piernas entre las mías comienza a recorrer mi espalda con sus grandes pechos hasta llegar a mi espalda alta, donde se apoya en mi espalda, acostándose sobre mí, amoldando su cuerpo al mío mientras me besaba y mordisqueaba suavemente mi oreja. Se baja para que me de vuelta, con lo que se vuelve a subir sobre mi para atrapar y masajear mi pene entre sus pechos para luego pasar a un oral exquisito como lo sabe hacer ella, hasta el punto que ya me estaba acercando al orgasmo, por lo que la detengo para irnos al colchón que está al lado de la camilla. Ahí procedo a hacerle un oral, sintiendo como se iba excitando y escuchando sus suaves quejidos hasta que no aguanta más, me detiene y me indica que me ponga el condón para finalizar el feliz acto. De ahí un misionero y luego sus piernas a mis hombros (uff, que cosa más rica ver como sus pechos se mecían mientras entraba en ella, definitivamente uno de los puntos altos de este encuentro). Luego, a lo perrito hasta terminar.

Nos tendemos uno al lado del otro en el colchón. Descansamos unos ratos con las piernas entrelazadas mientras conversamos de diferentes cosas. Ducha, regreso a vestirme y nos despedimos de un buen abrazo. Salgo a la calle a paso lento para respirar la calma que Mía me dejó.

Salió con la tremendo sonrisa también me.imagino gracias por su reporte

Ahhh la rusa, si algin dia voy ojala que me haga una pereztroika

Gracias Timbuktú, buen reporte..... la rusa otra vez, por lo visto se las trae está chica...