Centro Masajes : Candy Candy
Ubicación : Metro Plaza de Armas
Costo : el publicado
Horario : 11:00 am
Fono : el publicado
Recepción : Excelene, con tesito incluido
Higiene : muy buena
Terapeuta o Masajista
Masajista : Karol
Contextura : bajita, delgada, pelo negro largo, pechos 2.0, cintura estrecha, un trasero de muerte.
Trato : 7
Cara : 6.7
Besos : no hubo ni los busqué
Masaje : 6
Sensitivo : 7++
Karol se reincorporó no hace mucho al mundo camillero, pero antes de su receso (por pandemia) ya la había visitado varias veces y siempre me atendió muy bien. La fui a ver hace un mes y no fue la excepción, por lo que ya estaba sintiendo las ganas de repetir la experiencia. Agendo con un día de anticipación para asegurarme la primera hora. Ni un problema, me atienden rápido. Llegado el momento, acudo al lugar (a pocos minutos del metro) donde me recibe una chica bajita colorina (que me disculpe, no sé su nombre). Me pasa alcohol gel y me toma la temperatura, tras lo que me lleva al box donde me ofrece un té o un café. Le acepto el té. Tras decirme que Karol ya viene, me deja para que me acomode. Mientras me desvisto llega Karol. Me saluda de beso y abrazo, con una sonrisa en su linda cara. Llevaba ropa de calle que acentuaba sus hermosas curvas. Me pregunta si la última vez me había atendido con una ropa negra o roja. "La negra" le respondo, tras lo que me lleva a la ducha. Ya de vuelta al box veo que no había llegado el té. "Bueno, se le habrá olvidad" pienso, así que me acomodo de guata en la camilla. Mientras esperaba que volviera Karol tocan la puerta. -¿Ehhm... sí? -pregunto. -¿Se puede pasar? -escucho que me dice una voz finita. Me miro a mi mismo, apotope en la camilla. Pero pienso que debe ser el té, así que qué diablos. -Pase!-. Efectivamente era la chica que me recibió, llevándome el té. Estando acostado todavía, me entrega el té y me pregunta si quería endulzante o azucar. -10 gotas de endulzante-. le respondo. Sale y a los pocos segundos vuelve con el endulzante. -Pero siéntese- me dice. Toma el té en sus manos para permitirme sentarme. Ahí estaba, sentado desnudo en frente de ella sosteniendo una taza de té. -Uno, dos, tres, ...- va contando cada gota que iba echando al té. Estaba sin lentes así que no sé qué cara tenia, pero no sé si es rollo mío o no, pero su voz se iba poniendo más sexi con cada nueva gota que contaba. -Pásalo rico.- me dijo al terminar mientras se retiraba. -Gracias! -me despedí.
Mientras soplaba y tomaba té llega Karol vistiendo lencería roja con blanco. Que se preocupara de qué ropa había utilizado para cambiarla después, me hizo sentir como rey. Habré estado sin lentes, pero esas curvas son inconfundibles. Uff, lo que se venía. Le pregunto si me deja hacerle un masaje después del suyo, a lo que accede. Así que comienza su masaje partiendo desde los pies, pasando por las canillas, piernas, espalda, y brazos, todo con total calma. Mientras tanto, nos poníamos al día con nuestras vidas. Su masaje es relajante, y como decía, va con calma recorriendo cada parte del cuerpo. Aunque estaba muy relajado, le digo que a masajee mi cuello para ir terminando y así alcanzar a masajearla yo. Hacemos el cambio y ella se tiende en la camilla. Le quito su diminuto colaless y su sostén, con lo que procedo a masajearla partiendo desde sus piernas hacia arriba. El cuerpo de esta mujer es una maravilla y recorrerlo fue un gusto. Tiene muslos bien torneados, un trasero grande, redondo y bien parado. A pesar del tamaño de su trasero, ella es una mujer delgada: su cintura es estrecha y dos palmas extendidas bastan para cubrir y medio rodear su tronco. Su cuerpo reparte tamaños grandes y delgadez en las proporciones justas que me gustan. Como es bajita, dan ganas de abrazar y besar a esta morena y llevársela para la casa.
Habiendo terminado el masaje, me toca a mí volver a la camilla (previo me pongo los lentes para no perder detalle). Aplica condón para hacerme su buen oral mientras me dice que la toque, para lo que abre sus piernas dejando una rodilla levantada apoyada en la camilla. Se sube encima mío con lo que rozamos nuestros sexos con intensidad, mientras me acerca sus pechos a mi boca para que me los devore. Sus pechos están operados hace poco y el cirujano merece las felicitaciones de todo feliz camillero que decida visitar a Karol: son redondos y grandes sin ser desproporcionadamente grandes (recordar que Karol es bajita y delgada), redondos y simétricos con una caída natural (no quedaron excesivamente parados, como ocurre a veces). Noto como su mirada se va al espejo para ver nuestro acto, causandole una leve sonrisa. Para terminar, aplica un 69 que me permitió jugar con su vagina, depilada y limpia mientras ella me comía. Mucho más no aguanté hasta que terminé. Cuando notó que terminaba intensificó el oral hasta que me mandó a otro mundo. Rendido en la camilla, ella se levanta y trae pañuelitos húmedos para limpiarnos. El resto es lo típico: ducha, vestirse y despedida, con lo que salí feliz y livianito.
Volvería? Claro que sí. Esta mujer ya sabe como regalonearme bien, tanto con su masaje como con el sensitivo. Además que tiene un cuerpazo que es de todo mi gusto. Mención especial a la chica que me dio el té y fue muy amable.