Centro Masajes : Candy Candy
Ubicación : huérfanos con bandera
Costo : cobro premio single Octubre
Horarios : 18:30 horas
Fono : el publicado
Recepción : buena como siempre, por la ricura Dulce
Higiene : siempre limpio
Terapeuta o Masajista
Masajista : Emily
Contextura : super alta, buen cuerpo, tetitas, culito, cintura, pelinegra y largo
Trato : amable, pero nuevita
Cara : bella, de mi gusto
Besos : Olvidarse de ellos, se extraña ese pololeo acá y en general en este centro Le quita ese plus que otorgan los besos.
Masaje : suave, está aprendiendo
Sensitivo : nada especial, falta mucha experiencia, pero puede mejorar con el tiempo, si es que le gusta el rubro.
Cómo están los aceitosos califas, he estado medio ausente de los reportes, una por tiempo y otra la tecnología me a jugado mal, pero de a poco intentaré ponerme al día, hay mucho que compartir con la tropa.
Vamos a lo que nos convoca, a finales de Octubre, recibo vía WhatsApp un texto que me indicaba que había resultado ser unos de los suertudos que se adjudicó premio en Candy Candy, era la ricura Dulce que me anunciaba y felicitaba, por el masaje single, indicándome algunas condiciones para dicho cobro, sobre todo el plazo que tenía para asistir, que era inflexible.
Coordinamos al día siguiente después de la pega, así rajo raudamente al centro, llegó me recibe Dulce con su calor que la caracteriza, me dice que espere y me pregunta quién sería la escogida, le digo Emily, que sabiendo que era nueva, igual me llamo la atención, me ofrece café y diviso una visita inesperada en lugar de trabajo de Dulce, era un huérfano que habían recogido de la calle, un cachorro gatuno, toda una ternura, que hacía juego con el trato que otorga su administradora (bucha que la extraño en el rubro, pero bueno)
Me conducen al box New York, se presenta Emily, una musa alta (más de 1.80, yo 1.70), de linda cara y un cuerpo para degustar a lo grande, pelinegra, contextura normal, todo bien puesto tetitas y culito. Me voy a la ducha de rigor y al regresar me esperaba en ropa interior, comenzamos a interactuar, tiene súper buen trato, pero se nota la falta de experiencia, un masaje que fue más cariños y esparcir crema, yo traba de no incomodarla para que se fuera soltando. Continuamos al sensitivo, acá la chica se desnudo, quedando descalza y así me quedaba grande, aplicó su oral, pero senti su nerviosismo e incomodidad, tuve que tratarla con mucho tacto y cariño, para que no se fuera todo a la verga. Así que aplique suavidad, caricias y lengua, lo cual surgió efecto, ya que al tocar su niña por segunda vez, había un poco de humedad, ella bien amable, me preguntaba que me gusta y si quería pasar al siguiente nivel, la verdad no me quice arriesgar, así que después de un rato entre cariños, toqueteos y abrazos, decidí terminar la seción, ducha, me despido y doy su tips para motivar a la chica.
A mí jucio a la musa solo le falta una buena maestra, de hecho le sugerí a la exquisita Dulce o Thalia, es importante que le guste lo que hace, sino lo malo se traspasa al cliente.
Pero como dice el dicho "a cabollo regalado, no se le miran los dientes", yo sabía a lo que iba y eso también queda a la suerte, como en otras ocasiones que novatas me han sorprendido.
Yo súper agradecido de Candy Candy, por haber resultado favorecido, además es mi primera vez considerando el tiempo que llevo en el aceite.
Un abrazo y besos a las musas del Candy Candy, en especial para la ricura Dulce, felicitar al centro y saludos aceitosos califas.