Centro Masaje: Kiss Me
Ubicación: Metro Plaza de Armas
Costo: el publicado
Horario: 11 am
Fono: el publicado
Recepción: Buena
Higiene: Buena
Masajista: Lissandra
Contextura: Contextura media y unos pechos que son una maravilla
Trato: 7
Cara: 6.8 (tierna sonrisa, ojos oscuros brillantes y penetrantes)
Besos: 6.5 (buenos aunque poquitos)
Masaje: 6.5
Sensitivo: 7++
Aprovechando el último día (creo) para participar de la promoción de navidad en Kiss Me, agendo con Lissandra, quien ya me había atendido bien antes (aunque en ese momento ella llevaba poco tiempo, lo que se notaba en cierta timidez o falta de experiencia) y a quien he visto las últimas veces que he ido a este centro, pudiendo apreciar fugazmente su belleza. Es que ella es una chica alta (quizá no tanto, pero como yo soy bajo...), pelo negro que le llega a la cintura, una mirada que puede ser muy tierna y simpática, cuerpo delgado con bellas curvas, pechos y trasero no muy grandes pero muy armónicos con su contextura. En resumen, es una mujer muuy atractiva. Ya de vuelta de la ducha y tendido en la camilla, ella aparece en una reveladora ropa interior roja y con un gorrito de pascuera en la cabeza. Mientras conversamos un poco me realiza un masaje con buena presión y recorriendo buena parte de mi cuerpo. Aunque hace unos meses su masaje era bueno, se nota como ha mejorado, tanto en la presión como en las diferentes técnicas (usando manos, nudillos, brazos). Después de un rato, se quita el sostén y se sube a la camilla, recorriendo mi espalda con sus pechos y sus endurecidos pezones. Aprovecho de acariciarla, desde su pecho, pasando por su vientre hasta su entrepierna, aprovechando cada movimiento de ella. Me doy vuelta y me siento en la camilla. Nos abrazamos, besamos y tocamos. Se arrodilla y mientras se tocaba ella misma, me hacía un muy buen oral. Su mirada que hasta ahora había sido simpática o hasta tierna pasó a ser extremadamente sensual y erótica, sonriendo y hasta mordiendo sus labios de manera extremadamente erótica. Luego le hago yo un oral. Y ya que no me indicaba que me detuviera, estuve ahí un buen rato, hasta que envolvió fuertemente mi cabeza con sus piernas. Seguimos masturbándonos, me hace un último oral hasta que me hace terminar con sus manos. Luego, usando pañuelos húmedos me quita el condón y me limpia con extrema delicadeza y cuidado. De ahí, ducha, vestirse, pagar y despedida.
En conclusión, la atención de Lissandra me encantó. Ya tenía buenos recuerdos de su primera atención y había leído algunos buenos reportes posteriores, pero de verdad me sorprendió. Ya no está esa timidez o inexperiencia que sentí que la frenaban un poco la primera vez, dando ahora una atención super jugada y erótica. Aunque no por eso a perdido cierta ternura o encanto, que hacen de ella una mujer magnética. Para terminar, super recomendada.