Centro Masajes: Kiss Me
Ubicación: Huérfanos
Costo: Full
Horarios: Sábado 16 aprox.
Fono: +569 4006 4049
Recepción: Siempre mejor que en la casa.
Higiene: Bien.
Masajista: Anais.
Contextura: Delgadita y curvilínea.
Trato: 9 Simpática, sonriente y jugada.
Cara: Linda caribeña!
Besos: 7 muy de mi gusto, bien jugados.
Masaje: Le pone talento, sobre todo a la hora de ir subiendo de grado.
Sensitivo: Me sorprendió, tienes unas técnicas que me dejaron marcando ocupado, especialmente a la hora de enfundar y galopar.
Sábado por la tarde, terminada la jornada laboral Santiago arde y las intenciones también. Llamo al Kiss me y me lanzo a la suerte de la olla. Coordinada la visita, voy por algo para tomar mientras llega la hora y me dejo llevar por la imaginación con lo que vendrá, conozco a varias musas de este templo y tengo muy buenas experiencias.
Una vez en la puerta me atiende una tremenda mujer quien se presenta, me llaman mucho la atención sus hermosos ojos y esa figura bella, es Julieta, “podría ser me dije” y mi compadre estuvo de acuerdo.
Luego aparece Anais, se presenta sonriente y jugada y no pude por más que lo intenté dar el sí, oh qué fácil soy, jajajajaja. La verdad es que esta caribeña me trajo recuerdos de otra flaca que me tuvo marcando ocupado durante años y que debo decir fue prácticamente insuperable en lo sexual, había tanta química que más de alguna vez sentí que me moría de tanto polvo potente.
Pero estamos en otra cosa ahora, a la hora de elegir opté por Anais, mi compadre estuvo plenamente de acuerdo pues tiene buena memoria y sabe lo que le conviene.
Anais es delgada y muy curvilínea, como dice la canción “Cien libras de piel y hueso, cuarenta kilos de salsa y en la cara dos soles que sin palabras hablan…” Luego de la presentación su duchita, ella me espera en el box y como suele suceder salí para cualquier parte y ella tuvo que ir a rescatarme para que no interrumpiera a un parcito que estaban a punto de alunizar (parece se les estaba acabando el oxígeno!!!), sus risas, un par de besitos y de vuelta al box.
Después de su rescate me instalo en la camilla y comienzo a recibir su masaje que si bien es bastante suave en intensidad, es muy jugado y estimulante porque sus manitos no dejan rincón sin acariciar y como que no quiere la cosa, va estimulando y apretando y acariciando hasta que no queda más que darse vuelta para no romper la camilla. Entre todo sus besos por cuello, espalda, piernas y todo lo demás. Es un ciclón esta flaquita. La verdad es que verla cambiarse de lugar mientas me recorría me tenía loco porque siendo delgada, tiene un culo hermoso y todo muy bien puesto, ella es de esas mujeres que dan puras ganas de verlas irse.
Bueno después del date vuelta papi, vino lo mejor: ¿qué vas a querer papi? O sea TODO, cómo dejarla pasar si estaba allí toda ligera y caliente??? Y ella qué le han dicho, de verdad me sacudió con un oral donde ella estaba arrodillada mirándome, luego su perreo suave y su 69 en la camilla, qué panorama, como en los mejores tiempos con la flaquita que les contaba antes, un deleite que pintaba para un polvo de temer. Y aquí vino lo mejor, de un momento a otro tenía a la flaca cabalgándome y yo extasiado comiéndome sus tetas y sosteniéndola por el culo para ir variando las velocidades, una máquina esta linda Anais y qué exquisitas sensaciones estaba disfrutando yo, me tuvo al borde la destrucción total varias veces.
Variamos un par de posiciones más, en cuatro primero y luego ella montada sobre mí pero dándome la espalda ( qué mala educación!) y yo viendo el sube y baja de ese culito y como mi compadre entraba y salía en un combate a muerte, no tuve más que dejarme llevar hasta estallar.
Un tremendo polvo y yo contento y agradecido. Gracias Anais!!!!! Ah, un detalle exquisito fue cuando con esos labios deliciosos ella procedió a enfundar, qué gran momento!!!! Luego de allí a puro disfrutar. Me gustó mucho y claro que quiero volver.
Ah, espero atreverme también a conocer a Julieta una de estas tardes…
Luego su duchita, una conversa grata y cómplice y volver, volver, volver, por un beso de la flaca...