Centro Masajes : Bliss55
Ubicación : Metro Plaza de Armas
Costo : el publicado
Horario : 11:00 am
Fono : el publicado
Recepción : Buena, como siempre
Higiene : Buena, como siempre
Terapeuta o Masajista
Masajista : Ignacia
Contextura : Delgada, juvenil
Trato : 6.8
Cara : 6.8, muy linda, cara tierna y traviesa
Besos : 6.5
Masaje : 6.5
Sensitivo : 6.5
Hace tiempo que tenía un ojo puesto en Ignacia. Ahora que me picó la maldad, consulto si está disponible. En pocos minutos me confirman, así que acudo al lugar donde me recibe la misma Ignacia. Fue un agrado descubrir no solo que sus fotos son acertadas sobre su aspecto físico, sino que además es dueña de una muy linda y tierna cara. Ella sabe sonreír tanto con sus labios como con sus ojos. La burocracia usual: al box, a la ducha y de vuelta a la camilla. Mientras la esperaba tendido en la camilla ella no tardó en llegar, me pregunta cómo me gusta el masaje ("-Con presión") y comenzó un muy agradable masaje. Mientras tanto sostuvimos una agradable conversación con las que nos fuimos conociendo. Ella fue muy simpática y agradable. Mientras continuaba su masaje, iba rozando sus muslos con mis brazos de manera "casual". De pronto se quitó el sostén y comenzó a rozar mi espalda y mi cabeza (según donde se encontraba) con sus suaves y bien formados pechos. Aunque con esos roces me iba encendiendo cada vez más, su masaje no cesó. Se colocó a la cabecera de la camilla para inclinarse y apoyar sus pechos en mi cara para luego besar mis hombros hasta llegar a mis labios... y luego continuó su relajante masaje. Siguió recorriendo mi cuerpo, alternando entre llevar mis manos a su trasero, acercando sus pechos a mi cara, besando mi espalda y besándome en los labios... y continuaba su masaje. Ya me tenía tan encendido que no aguanté y me di vuelta antes del "dese vuelta". Me senté en la camilla para comenzar a besar sus dulces labios y sus hermosos pechos. Sus pechos no son muy grandes, pero son exquisitos: bien formados, firmes, con unos pezones redonditos y bien parados. Mientras alternaba mis besos entre sus labios y sus pechos, la abrazaba, agarraba su firme y redondo trasero y comenzaba a masturbarla. Ella levantó una de sus piernas, apoyando la rodilla en la camilla para darme vía libre para masturbarla mejor. Entonces se arrodilló en el piso, me colocó condón y comenzó un muy rico oral, aplicando harta saliva, presión y velocidad. Lo mejor eran sus brillantes ojos de diabla con los que me miraba. A momentos, se sacaba mi miembro de su boca solo para mirarme con esos ojitos traviesos y sonreírme mientras lo mantenía apoyado en su cara, para luego besarlo, lamerlo y volver a comérselo, envistiéndome con su boca y su lengua. Fuimos alternando entre masturbarnos mutuamente y que ella me daba ese oral juguetón. Finalmente, ya para terminar, me saca el condón y me dice que termine en sus pechos. Yo, que me porto bien, le hice caso. Luego nos limpiamos, ella se va a la ducha mientras yo me relajaba un poco más hasta que llegó mi turno de ducharme. Para terminar, le agradezco y nos despedimos, volviendo a la calle muy relajado.
En resumen, fue una experiencia super satisfactoria. Me gustó mucho que su masaje no fuera solo relajación, sino que agregó muchos elementos juguetones y sensuales (los roces y sobre todo los besos), convirtiéndolo en un muy buen masaje erótico (antes de llegar al sensitivo propiamente tal). Además ella es muy atractiva, coqueta y simpática. ¿Volvería? No sé cuando, ya que tengo pendiente volver con las otras masajistas de Bliss que me gustan, pero sí, volvería.