Centro Masaje: Kiss Me
Ubicación: Metro Plaza de Armas
Costo: full
Horario: 11 am
Fono: el publicado
Recepción: Buena
Higiene: Buena
Masajista: Julieta
Contextura: Mujer madura de contextura media. Unos pechos que son una maravilla.
Trato: 7
Cara: 6.5
Besos: 6.5
Masaje: 6.5
Sensitivo: 7+
Después de varios meses volví a ver a Julieta. Ella misma me recibió, con un beso y un abrazo. Ya en el box (me tocó el grande) me pregunta ¿Cómo me veo? ¿Se trasluce algo? Refiriéndose al peto que llevaba. Aunque era ropa de calle, sus pantalones le moldeaban sus piernas. caderas y trasero. Su peto no traslucía nada, pero le moldeaban sus grandes y redondos pechos. Aunque era ropa de calle se veía más rica que la cresta. Ducha y de vuelta al box, la espero tendido en la camilla. Después de un rato entra ella vistiendo solo una especie de bata semitransparente negra, estando totalmente desnuda debajo. No sé qué mirada puse, porque ella solo se quedó ahí a mi lado, dejando que me la comiera con los ojos. Aproveché de acariciarla un poco, tocarla y besar sus pechos. Me tuve que aguantar de no seguir, para darle tiempo al masaje. Su masaje fue bueno, recorriendo todo mi cuerpo. Aunque en general fue suave, aplicó presión en algunas zonas con mayor tensión, logrando relajarme bastante. Aparte del masaje era muy rico sentir su suave piel cada vez que me rozaba, cuando se inclinaba sobre mi. O sentir sus pechos en mi cabeza y cuello cuando me masajeaba desde los hombros a la espalda baja. Después de besar mi espalda, mi cuello y mi oreja me pidió que me diera vuelta. Nos fuimos al sillón, donde aplicó condón y me hizo un muy rico oral, partiendo lento pero con la presión justa para excitarme rápidamente mientras iba lentamente aumentando la velocidad. Ya cuando me tenía listo para la batalla, me pregunta qué quería. Como estaba "inspirado" le dije que quería el servicio completo. Entonces ella se pone de pie, inclinándose sobre la camilla, permitiéndome tomarla a lo perrito mientras podía apreciar su exquisito trasero redondo. A momentos levantaba una pierna, apoyándola en el sillón, dándome más facilidad para agarrarla y tocarla. La tomé de las caderas, pudiendo disfrutar su cuerpo, acariciarla y agarrar sus pechos y su trasero. Ahí estuve varios minutos, mientras escuchaba sus ricos quejidos (no sé qué tan reales habrán sido, pero me gustaron). Luego nos tendimos en el piso, comenzando un muy rico misionero. Ya me estaba acercando al final cuando Julieta salió de su postura, diciéndome que me sentara en el sillón. Yo me alegré ya que ese respiro podía darme unos minutos más de aguante. Pero la verdad que, cuando tomó mi miembro entre sus grandes pechos mientras los movía hacia arriba y abajo, presionando mi miembro contra su cuerpo, fue bastante poco lo que pude aguantar hasta que llegué a un muy buen orgasmo. Me limpió y me dejó descansando mientras se fue a la ducha. Luego me tocó ducharme a mí, vestirme, despedirme y volver a mi jornada, sintiéndome bastante mejor que antes.
En resumen, otra muy buena experiencia con Julieta. Me encanta lo coqueta que es, invitando a mirar, acariciar y besar. Otra virtud destacable es su habilidad para adoptar distintas posturas aprovechando el espacio disponible. Ahora teníamos bastante más espacio que otras veces, pudiendo tendernos en el piso, pero también recuerdo veces anteriores, en el box chico, en que de alguna manera me hacía sentir cómodo en posiciones en las que, de no haberlo hecho con su guía, probablemente me habrían resultado incómodas.