Les dejo mi reporte, nuevamente camilleros.
Datos Generales
Centro Masajes : Angeles
Ubicación : Madrid / Coquimbo
Costo : valor promo
Horarios : fui tipo 20
Fono : ver en promos
Recepción : my bien
Higiene : lugar amplio y muy limpio.
Terapeuta o Masajista
Masajista : Muriel
Contextu : Delgada, de mi gusto
Trato : 6,5 muy bien
Cara : 7, es muy hermosa
Besos : lo justo como siempre
Masaje : muy bien, sabe lo que hace.
Sensitivo : 6 lo justo y preciso.
Relatar ,
Como dije camilleros volvería y así fue. Llegue al local ya con el camino de memoria, toco el timbre y nada, puse oído y escuche tacos, así que espere tranquilo hasta que ella lady Mariel habre la puerta, tan linda y encantadora, para llevármela de secretaria.
Me hace pasar al box, me ofrece té, café o agua, nuevamente prefiero el agua. A la duchita y luego al box nuevamente, y me dice con tan bello rostro “a la camilla”, como ya no tenia mi armadura, tuve que hacer caso sino podría salir maltrecho, y parte con un exquisito masaje en los pies, relajante, muy relajante, olvide que me da mucha cosquilla ahí en los pies, siguió su trabajo que como ya sabrán lo hace muy bien. Subió por mis pierdas, glúteos, espalda manos, hombros, cabeza, o sea es una relajación completa. Hablamos de cosas varias, ella tiene tema para todo, eso también es un punto que yo valoro mucho. Hasta que siento cierta suavidad en sus roces y unos pequeños besos en mi cuerpo que anunciaron que la parte del masaje de relajación había terminado y se venía la otra parte, aquella parte llena de sensualidad, coquetería y dulzura que Miss Muriel puede producir, me dice con aquella voz que la caracteriza “dese vuelta”, “date vuelta” ni me acuerdo, pero algo así dijo, y como su belleza merece obediencia al momento hice lo que pidió. Ahí la veo a esos ojos preciosos que tiene, la verdad que mirarla no tiene precio, besarla, acariciarla, ni hablar, es una mujer muy atractiva, simpática y sensual, luego siento algo en su mano y era un protector de aquellos que miras y sabes que parte se viene, entendiendo que es un centro de masajes, fue increíble sentir aquella presión, aquella vista de aquel acto era indescriptible, esos movimientos, considerando que a esa altura yo estaba sentado y miraba y miraba y gozaba, pues bien como nada es eterno, llegó lo inevitable. Relajado, extasiado, y con una sonrisa de cabeza a pies, me fui al box nuevamente y de ahí para la casa. Eso camilleros.
Volvería: la verdad como dije antes, volví.
PD. Miss Muriel, si ve esto humilde reporte, sepa que de nuevo estoy pensando en volver.