Centro Masajes : Isabella Independiente
Ubicación : Huerfanitos
Costo : full
Horarios : 15 horas
Fono :el publicado
Recepción : Su mirada, su sonrisa, invitan a portarse mal.
Higiene : como siempre, muy dedicada
Masajista : Isa-bella
Contextura : tónica, curvilínea, piel canela.
Trato : 7, muy amable, sonriente, ella
Cara : Bella, lindos rasgos y unos ojos juguetones y pícaros
Besos : muchos y muy excitantes
Masaje : De que sabe, sabe, y esas manitos hacen milagros
Sensitivo : a la italiana…con tutti
Esta primavera anda medio nostálgica con el otoño, como que va y viene, y en eso me enteré de la existencia de esta contorneada mujer de piel canela y ojos juguetones y partí a visitar su jardín. Contacto expedito (y no por lo santo), ella mismita coordina horarios, muy buena disposición amable y simpática.
Después de almuerzo, trámite de la ofi, su desvío cómplice con la secre, y allí estamos en la puerta del departamento 69, lo que son la cosas, la numerología predice algo bueno.
Una vez saludados, con su correspondiente abrazo, franeleado, me hace pasar, chalitas, toalla de papel, y ella misma me acompaña hasta la ducha, en el camino me dejé guiar por ese culito tonificado, escuchando su amena conversación.
Una vez en condición de ser recibido por la musa me encuentro sobre la camilla y a disposición de esas manos que se encargan de aliviar las tensiones que me producen el vaca de mi jefe, las afp´s y las fallas constantes en el metro. Isabella sabe conversar, nos conocemos hace tiempo y hay confianza y complicidad. Poco a poco ese masaje va adquiriendo otra tonalidad, pasando a convertirse en una exquisita estimulación erótica, ya no sólo usa sus manos, sino que progresivamente se incorporar sus senos, su lengua, y su flor. ¡Ha llegado la primavera a mi jardín! Ella se encuentra sobre mí recorriéndome completamente con su cuerpo, logro sentir su intimidad humedecida sobre mí, sus senos suben y bajan por mi espalda, su lengua recorre mi cuello, y me susurra al oído: “date vuelta cariño…”
Lo que viene me encanta, ella sobre mí, sus labios recorriéndome, sus ojitos buscando complicidad y mis manos buscando sus secretos. Estamos piel con piel, entrelazados, disfrutando al ritmo de nuestra propia música, ella busca que sienta placer de muchas formas y yo intento hacer lo mismo. Bajamos de la camilla, nos besamos, me ofrece su espalda y bailamos, ella se apoya en la muralla y yo bajo por su espalda buscando el manjar que me ofrece. Una vez que he saciado mi sed y sus piernas tiemblan, la siento sobre la camilla y nos besamos hasta que el deseo no puede esperar más. Ella enfunda, y en esa posición me ofrece su flor para que nos fundamos en un acompasado ir y venir. El éxtasis se va a apoderando de nosotros, la intensidad va aumentando hasta que sucede lo inevitable, estoy atrapado en el vaivén de sus caderas y estallo dentro de esa morena espectacular fundido con sus labios.
Luego de eso nos tendemos sobre la camilla, sus cariñitos y besos, y de a poco ir volviendo a la realidad. Ducha, sus besos, unos buenos deseos mutuos, le entrego un regalito que le llevaba y declaro la intención de volver a volver, si volver al mundo florido y caliente de Isabella.