Centro Masajes : Masajes VIP
Ubicación : Metro Plaza de Armas
Costo : el publicado
Horario : 12:30 am
Fono : el publicado
Recepción : Buena, como siempre
Higiene : Buena, como siempre
Terapeuta o Masajista
Masajista : Pamela
Contextura : Flaquita, grandes pechos y trasero
Trato : 7+
Cara : 6.7
Besos : 7
Masaje : 6.7
Sensitivo : 7++
Ya varios meses que no veía a Pamela, y desde hace tiempo que venía intentando coordinar una visita, sin éxito. Finalmente logré agendar una hora para hoy, así que acudo al lugar a la hora acordada, donde me abre la puerta la misma Pamela. De la última vez que la vi sabía que estaba haciendo dieta y ejercicio, pero me sorprendió lo delgada y esculpida que la encontré. Aunque siempre admiré su vientre plano, ahora, además está bastante más delgada. Afortunadamente eso no eliminó sus curvas, ya que sigue tan voluptuosa como siempre. En resumen, ¡flaquita riiicaaa!
Tramite usual, me pasa una toalla desechable con la que me ducho, y de ahí de vuelta a la camilla. Ella vuelve solo con ropa interior, con lo que comienza a hacerme un masaje aplicando harta presión, eliminando gradualmente varios nudos y tensiones. Mientras tanto nos poníamos al día conversando. Me contó que estuvo un tiempo alejada de los masajes, atendiendo poco, pero que ya había regresado con ánimos renovados. Habiendo terminado su reparador masaje, le ofrezco hacerle yo uno a ella, así honrar el volver a verla y también aprovechar de recorrer su renovado cuerpo. Después de un rato de masaje comienzo a acariciar suavemente su entrepierna, mientras ella se dejaba regalonear. Me subo a la camilla y comienzo a rozar mi miembro entre sus abundantes y redondas nalgas. Luego de buscar un condón, ella se vuelve a tender en la camilla, esta vez de frente a mí, con lo que continuamos rozando nuestros genitales, mientras aprovechábamos de abrazarnos, acariciarnos y besarnos. Ahí estuvimos un buen rato disfrutando de nuestros cuerpos. Luego fuimos a lo perrito, ella con su espalda bien curvada, levantando su cola para mí. Continuamos en esa posición un buen rato. Si yo disminuía el ritmo para descansar, ella lo aceleraba, y cuando ella se cansaba, volvía a acelerar yo. Así hasta que finalmente terminé en un intenso orgasmo, totalmente agotado y relajado. Medio aturdido con tanto jaleo, me voy a duchar, me visto, pago, le doy un último beso, y me despido.
Y bueno, como siempre, excelente servicio de Pamela. Su masaje es muy bueno y su servicio erótico definitivamente el más jugado. Quizá fue el tiempo sin vernos, pero también la encontré más tierna. Rica y jugada Pamela. ¿Volvería? Claro que sí. Tema aparte: antes de irme me presentó a Sharlotte, una joven morena muy hermosa tanto de cuerpo como de cara que me dejó super tentado.