Datos Generales
Ubicación : Plaza de Armas
Costo : full
Horarios : 11 am
Fono : el publicado
Recepción : Cariñosa
Higiene : Limpio y ordenado
Terapeuta o Masajista
Masajista : Isabella
Contextura : Contextura promedio. Muy buenas piernas y cola.
Trato : 7++ (super cariñosa y simpática)
Cara : 6.7
Besos : 7
Masaje : 6.5 (masaje suave, relajante)
Sensitivo : 7+
Ya iba siendo hora de volver con Isabella, así que le escribo al whatsapp, coordinamos y me presento el día y hora acordada. Como siempre, me recibe puntual a la hora agendada. Me saluda con una gran sonrisa y un buen abrazo. Me lleva al box, donde me acomodo. Me pasa toalla desechable y me lleva al baño para lavarme. Ya de vuelta y tendido en la camilla, vuelve ella y mientras conversamos de la vida, me va haciendo un buen masaje relajante, recorriendo mi cuerpo de pies a cabeza. Después, como es usual, intercambiamos posiciones: ella se tendió en la camilla y yo procedí a hacerle un masaje. Aproveché de recorrer su suave piel de los hombros a los pies y cuando ella solita se dio vuelta, comienzo a acariciarla suavemente en su entrepierna y comenzamos a besarnos. Seguí besándola por su cuerpo, pasando por sus pechos y vientre hasta llegar a su entrepierna. Me acomodé para hacerle un oral, donde estuve un buen rato, tanto con la boca como con los dedos, excitándola cada vez más, sintiendo su humedad aumentando como pocas veces antes, hasta que se retorció en unos ricos espasmos, empujándome lejos cuando ya no pudo más. Qué rico cuando la mujer con la que estás se deja querer, e Isabella es una de ellas. Luego vuelvo a la camilla. Me coloca condón y comienza a hacerme un buen oral para luego montarse sobre mí. Ahí me cabalgó un rato, mientras yo aprovechaba de acariciarla y amasar sus ricos pechos. Y la guinda de la torta, nos fuimos a un sillón donde seguimos a lo perrito (uff esa colitaa), mientras ella me pedía que siguiera (qué cosa más rica)... hasta que no pude seguir más y terminé en un intenso orgasmo, quedando sudado y acalorado, con la impresión de haber echado una buena carrera. Me dice que me vuelva a tender en la camilla, donde cuidadosamente me va limpiando. Y finalizamos con lo usual: al baño, a vestirse, a pagar y despedirse (con otro fuerte abrazo).
En resumen, otra muy buena experiencia con Isabella. Ella siempre se preocupa de atenderme bien y siempre me ha tratado con mucha simpatía y cariño. Salí relajado y feliz. ¿Volvería? Definitivamente.