Debía este reporte hace más de un mes. Después de años alejado de la camilla volví a incursionar con este bombón que está para repetirse.
Masajista : Anais independiente
Contextura : delgada, lindo rostro y sonrisa, crespita, piel morena, un culito rico. Tetas acorde a su contextura.
Trato : 7. Simpática, risueña, buena conversa.
Cara : 7.
Besos : más suaves de lo que me gusta. Tal vez en otra ocasión agarremos más confianza
Masaje : 6. Manos suaves, recorrió todo el cuerpo
Sensitivo : 7. Gran performance. Chupó y lamió con intensa pasión y gusto. Se deja guiar, se nota que le gusta complacer.
Fui a eso de las 4 de la tarde, un día que las actividades laborales terminaban más temprano por marchas y manifestaciones. Llamo, coordino y puedo visitar en pocos minutos. Al llegar, me recibe esta morena en ropa interior con un saludo cariñoso y yo me reía solo de anticipar lo que venía. A la ducha y me tiendo en la camilla.
Comenzó el masaje, muy bueno, además de una conversa entretenida. Poco a poco ella comienza a llevar sus manos hasta mis bolas y acaricia, mientras se dejaba tocar su culo, piernas y vagina. Pasado un rato, se tiende sobre mi espalda dejándome sentir sus tetas. Luego me pide voltearme, se ubica hacia la cabecera y desde allí se lanza sobre mi pene y comienza a chupar al mismo tiempo que se posiciona en un 69 memorable. Linda conchita, suavecita y apretada, se deja lamer a gusto.
Nos seguimos chupando y le pedí pararme, me gusta ver cómo me chupan de rodillas. Accedió gustosa. Luego le pedí que se tendiera sobre la camilla boca arriba y dejará su cabeza colgando para que desde ahí meterle mi pene en su boca hasta lo más profundo, siguió todas mis instrucciones. Ahí entre que chupó con talento y yo literalmente penetré por la boca. Memorable.
Luego de un rato, me siento en el sillón y ella continúa chupando y lamiendo con ganas y calentura, yo le instruía detenerse o seguir con más intensidad y ella seguía cada instrucción. Le pedí chupar sin detenerse hasta que me vine. Mantuvo mi pene en su boca hasta que ya salió la última gota. Gran mamada.
Nos miramos con risa, me alcanza lo necesario para limpiar y luego me encamina a la ducha.
De despedida, un último beso.
Volvería? Claro. Hay que repetir. De puro rememorar escribiendo me bajo la calentura otra vez y creo que iré a masturbarme pensando en esa chupada.
Recomendada, vaya a darse el gusto amigo. Ella feliz de complacerlo.
Felo