Centro Masajes : Bliss55
Ubicación : Metro Plaza de Armas
Costo : full (menos el costo del servicio básico)
Horario : 11:30
Fono : el publicado
Recepción : Buena, como siempre
Higiene : Buena, como siempre
Terapeuta o Masajista
Masajista : Mariana
Contextura : Promedio tirando a delgada, con ricas curvas
Trato : 6.6
Cara : 6.3
Besos : 6.5 (varios besitos tiernitos)
Masaje : 6.3
Sensitivo : 6.7
Después de unos mensajeos varios, agendo con Mariana para cobrar el premio del sorteo de mayo. Como es usual, me reciben puntuales. Me abre la puerta la misma Mariana, vistiendo un vestido cortito y bien ceñido que dejaba poco a la imaginación y luciendo un exuberante pelo crespo que le llegaba hasta la cintura. Me lleva al box y de ahí a la ducha. Ya de vuelta, ella llega y me pregunta qué servicio voy a querer. Aprovechando el premio le digo que voy al full (con lo que tengo que pagar solo la diferencia). "Ah que bueno" me dice ella alegremente. La cosa partía bien. Tendido en la camilla comienza el masaje. Comenzamos a conversar de una y otra cosa mientras me hace un masaje relajante y bien completo. Mientras tanto yo aprovecho de acariciar sus suaves piernas y muslos. Se dio el tiempo para recorrer bien mi espalda y un poco mis piernas, aplicando movimientos amplios y suaves combinados con algunos movimientos con más presión, logrando relajarme bastante. Además su conversación animada y su actitud tranquila lograron crear un ambiente agradable que te invita a relajarte. Cuando me invitó a darme vuelta comenzaron los regaloneos más íntimos. Ella partió con suaves roces en mi miembro. Yo fui acariciando desde sus muslos a sus nalgas a su entrepierna. Ella se acomodó para darme más acceso, permitiéndome comenzar a masturbarla. La rozaba lentamente pero aplicando cada vez más presión, con lo que fui notando cómo se iba humedeciendo. Mientras tanto le acariciaba sus pechos. Ella se inclinó sobre mí permitiéndome besar sus pechos, pasando de uno al otro. Ella continuaba tocándome y se mantenía inclinada dejando sus pechos a mi disposición. Me siento en la camilla para seguir acariciándola. Aprovecho de darle unos besitos en la boca. Así estuvimos un rato, dándonos unos besos locos en la boca, sin lengua, pero bien tiernos y dulces. Ella levanta una de sus piernas y la apoya en la camilla. Así nos estuvimos masturbando mutuamente por varios minutos. Cuando los dos estábamos bien excitados, me coloca condón, se arrodilla frente a mí y me hace un rico oral. Luego cambiamos posiciones: ella sentada en la camilla y yo al frente de ella. Le rozo su clítoris con mi miembro para luego entrar lentamente en ella. Cuando comienzo a moverme con un poco más de fuerza ella emite un rico quejido y volteó brevemente sus ojos, para luego mirarme mientras acomodaba sus piernas para dejarse penetrar mejor. Uff qué rica se veía. Me tenía super prendido, así que la tiendo en la camilla y continuamos a lo misionero. Ahí estuvimos un rato más, tendido sobre ella, abrazándonos y besándonos en la boca, en la cara y en el cuello, hasta que no aguanté más y terminé. De ahí me ayudó a limpiarme y me dejó un rato descansando mientras ella fue a ducharse. Cuando volvió fue mi turno de ducharme. De ahí vestirme, pagar, despedirme y volver a la calle, fresco y relajado.
En resumen, rica y cariñosa experiencia con Mariana. Su masaje (y toda su actitud) te llevan a relajarte bastante. En el sensitivo fue cariñosa, suave y complaciente, dejándose regalonear. Volvería? Claro que sí.
Como siempre, Bliss no falla.