Centro Masajes : Masajes Chocolate
Ubicación : Metro Plaza de Armas
Costo : el publicado
Horario : 11:00
Fono : el publicado
Recepción : Buena
Higiene : Buena
Terapeuta o Masajista
Masajista : Melissa
Contextura : Muuy curvilínea
Trato : 6.7
Cara : 6.7
Besos : Varios en el cuerpo, ninguno en la boca
Masaje : 6.3
Sensitivo : 6.8
Conocí a Melissa cuando atendía en otro centro y siempre me atendió muy bien. Aunque nunca llegué a ser un cliente regular de ella, siempre guardé un buen recuerdo de sus masajes y por sobre todo de su simpatía y su belleza. Así que después de tanto tiempo sin verla (alrededor de dos años) y de un post preguntando sobre buenas delanteras donde se la mencionaba (con muy buenas razones), me decidí a agendar una hora con ella. Luego de un mensajeo expedito, a los pocos minutos tengo la hora agendada. En el lugar y hora acordada me anuncio y me hacen pasar. Me recibió la misma Melissa. No recordaba que era tan menudita. También la encontré un poquito más delgada. Pero sigue teniendo esas curvas de muerte: unas caderas grande con un trasero a juego y unos pechos grandotes exquisitos (probablemente los más grandes que he tenido la fortuna de conocer). Bonita de cara. Trato agradable. Me lleva al box llamado París y me pregunta si me quiero atender ahí. Me sorprendió el box: un colchón grande en el centro (sin camilla), un espejo a cada lado del colchón, iluminación con luces leds alrededor del colchón, decoración de enredaderas colgando desde el techo rodeando el colchón. En otras palabras: un box para dejar volar la imaginación con las cosas que se pueden hacer dentro. Así que por supuesto acepto atenderme ahí. Luego de ducharme vuelvo al box donde espero a Melissa tendido en el colchón. Luego de un par de minutos entra Melissa vistiendo una lencería negra que permitía apreciar su impresionante físico. Se arrodilla a mi lado y comienza un agradable masaje relajante. Mientras tanto conversamos de diferentes temas, poniéndonos al día después de tanto tiempo sin vernos. Ella sigue siendo tan simpática como antes. Es de conversación fácil y ágil. Es un gusto compartir con ella. Para ir terminando el masaje se quita el sostén y comienza a recorrer mi espalda con sus abundantes pechos, recorriendo desde mi cintura hasta mi cuello. Me dice que me de vuelta. Acercando sus pechos a mi cara comenzó a masturbarme. Ufff, es para perderse en esos pechos. Los agarraba, acariciaba y besaba. Ella se dejaba querer. Me incorporo para agarrar y besar mejor esos pechos. Ella me pregunta si quiero que se tienda para recorrerla a gusto. Yo, que me gusta poco, le digo inmediatamente que sí. Ella se tiende y afirma sus pechos de manera sugerente. Así que parto acariciando sus pechos, agregándoles crema para masajearlos bien, mientras sus pezones se iban endureciendo lentamente con mis besos. Sigo besando su hermoso cuerpo, desde sus pechos hasta su vientre, bajando lentamente hasta sus piernas mientras seguía acariciándola. Le separo las piernas para acomodarme entre ellas y comenzar un oral en el que me apliqué un buen rato. Ella se dejó querer mientras se agarraba sus pechos. Su respiración se volvía cada vez más agitada y su vientre y piernas se agitaba en espasmos cada vez más fuertes y rápidos, hasta que se contrajo en lo que quiero creer fue su clímax, mientras que yo seguía besando y chupando su clítoris. Ella me alejaba con las manos. En mi última aproximación apenas alcancé a rozar y expirar sobre su entrepierna, pero todo su cuerpo se estremeció. Ella me terminó de alejar entre risas, incorporándose e indicándome que me acostara. Conmigo recostado me colocó condón y comenzó un rico oral por unos buenos minutos. Como se veía que me iba a demorar un rato comenzó a masturbarme con sus manos y luego con sus pechos. Se colocó sobre mí, presionando mi miembro contra su tórax, rodeado y regaloneado por sus tremendos pechos, hasta que terminé en un intenso orgasmo. Luego me ayudó a limpiarme, me trajo un vaso de agua para reponerme y me dejó pasar a la ducha. Trámite habitual: ducharme, vestirme, pagar, despedirme y de vuelta a la calle.
En resumen, muy buena experiencia con Melissa. Ella sigue siendo una muy buena opción para atenderse. Su masaje es agradable y relajante. Su actitud es simpática y agradable. Su atención es querendona y complaciente. Además tiene tremendo físico: bonita con unas curvas tremendas. Si te gustan las chicas con harta cola y haaarta delantera, ella es la mejor opción. Personalmente me encanta que "se deje querer", invitándome ella misma a regalonearla un rato. Sobre el centro de masajes, se nota que se preocupan de tener un ambiente limpio, bonito y agradable. Tengo que destacar la ambientación y decoración del box "París". Mis felicitaciones a quién lo haya diseñado (supongo que la jefa de Chocolate). Quedó excelente. ¿Volvería? Sí.