Centro Masajes : Masajes Chocolate
Ubicación : Metro Plaza de Armas
Costo : el publicado
Horario : 11:00
Fono : el publicado
Recepción : Buena
Higiene : Buena
Terapeuta o Masajista
Masajista : Melissa
Contextura : Muuy curvilínea
Trato : 6.7
Cara : 6.7
Besos : varios en el cuerpo
Masaje : 6.3
Sensitivo : 6.8
Debía este reporte de antes del 18, así que acá va. Chocolate sacó sus buenas fotos por septiembre, así que quedé bien tentado de volver con Melissa. Así que agendé y fui. Me recibieron puntual. Me abrió la bella Melissa y me llevó al box. Tienen super buen gusto en Chocolate, muros de colores suaves, habitación amplia y bien iluminada con luz cálida, bien ordenada con la camilla al centro. Me ducho y vuelvo al box, donde pocos minutos después volvió Melissa en ropa interior, revelando su voluptuoso cuerpo. Melissa siempre ha sido muy simpática y esta vez no fue la excepción, así que mientras me realizaba un relajante masaje fuimos conversando de varias cosas. Y mientras me masajeaba y conversábamos yo aprovechaba de acariciar sus piernas y su generosa cola. Cuerpazo que tiene esta mujer, con harto de todo. Aunque no nos vemos mucho, ya sabe lo que me gusta, así que sin esperar a que le dijera nada me invitó a cambiar posiciones para que la regaloneara a mi gusto. Se tendió en la camilla y se entregó. Aunque en general intento hacer algo que más o menos se pueda llamar masaje, esta vez no me aguanté y fui directo a acariciar sus pechos, grandes y suaves. Los amasé bien en mis manos mientras aprovechaba de besarle el cuello para ir bajando hasta besarle sus pechos. Mientras con los labios le besaba un pecho y con una mano le agarraba el otro, con la mano que me quedó libre le fui acariciando desde su vientre hasta sus piernas, deteniéndome en su entrepierna para comenzar a masturbarla suavemente. Ella se dejaba querer, acariciándome suavemente un costado o la espalda con una mano mientras con la otra rozaba las partes de su cuerpo que quedaban libres de mis manos o mis besos. Luego de besarla bastante en sus pechos fui bajando hasta su vientre. Ella abrió sus piernas para darme espacio a acomodarme, así que tendido a media camilla me dispuse a comerme a esta mujer. Ella se dejaba querer, agarrando y apretando sus pechos mientras lamía su clítoris, moviendo su lengua siguiendo los movimientos de la mía cuando ya estaba más excitada. Me dediqué a ella y ella se dejó querer, un buen rato hasta que todo su cuerpo se contrajo, sus piernas apretándose alrededor de mi cabeza como intentando ocultar su entrepierna mientras su mano en mi cabeza se turnaba entre apretarme contra su vagina y alejarme de ella. Cuando ya estuvo satisfecha y después de algunas risas, me dijo que ahora me tocaba a mí. Me puso condón y se arrodilló frente a mí para darme un buen oral. Mientras yo disfrutaba de sus labios aprovechaba de acariciar su espalda y agarrar sus pechos. Luego se puso de pie, inclinada sobre la camilla ofreciéndome sus grandes nalgas para rozar mi miembro sobre ellas. Uff que mujer más rica, mientras la abrazaba seguía masturbándola y sintiendo su humedad, hasta que al fin terminé. Me limpió con toda delicadeza y me dio el pase para ir a la ducha. De vuelta y listo para partir le pagué y nos despedimos.
Y así terminó otra buena experiencia con Melissa. Rica y Regalona. Es simpática, siempre con tema para conversar animadamente. Y para qué decir su servicio erótico, regaloneándome y dejándose regalonear. ¿Volvería? Claro.