Centro Masajes : Bliss55
Ubicación : Metro Plaza de Armas
Costo : promo dieciochera full
Horario : 11:00
Fono : el publicado
Recepción : Buena, como siempre
Higiene : Buena, como siempre
Terapeuta o Masajista
Masajista : Ignacia
Contextura : Joven con suaves y muy bellas curvas
Trato : 6.7
Cara : 6.8
Besos : 7++
Masaje : 6.3
Sensitivo : 7++
Alcancé a agendar con Ignacia antes de que se acabara septiembre, así aprovechar la promo. Por un tiempo temí que se hubiera retirado, como se dijo por ahí, pero para fortuna de sus clientes volvió. Es que esta chica está muy rica y cada vez me atiende mejor.
Llegando a Bliss me abre la misma Ignacia vistiendo nada más que un ceñido vestido de malla negra que rebelaba su precioso cuerpo. Ella no es una chica particularmente voluptuosa, pero tiene todo muy (muy) bien puesto, con más que suficientes curvas para agarrar y explorar. Y como ya se ha reportado varias veces antes, es bastante bonita de cara, con una mirada tierna y simpática. Me saluda con un beso en la mejilla y me lleva al box. Trámite usual, me entrega chalas y toalla y me da el pase para ir al baño. Duchado y tendido en la camilla, ella entra y comienza a hacerme un masaje bastante relajante, masajeando piernas, espalda y brazos, bastante completo. Mientras tanto tuvimos una animada conversación poniéndonos al día con lo ocurrido desde la última vez que nos habíamos visto. De pronto sus caricias se pusieron más regalonas. Se quitó la malla para quedar totalmente desnuda. Se inclinó sobre mí, apoyando su cálido cuerpo sobre mi espalda y comenzó a darme besitos en el hombro y el cuello, avanzando hacia mi mejilla. Me giro y comenzamos a darnos unos buenos besos en la boca. Me acomodo en la camilla para abrazarla y acariciarla mientras continuábamos besándonos con todo. Esta chica es exquisita, con una piel suavecita, una cola firme y bien redondita, unos pechos paraditos con unos pezones rojitos que dan muchas ganas de tocarlos y besarlos. Comienzo a masturbarla suavemente, sintiendo cómo lentamente se iba humedeciendo. Con los dos de pie, me masturba un poco y me coloca condón para luego hacerme un rico oral. Luego me preguntó "¿Me tiendo en la camilla?", a lo que agregó un "¿Me entrego?" poniendo una mirada traviesa encantadora. Le dije que sí. Me acerqué a ella, semi tendida en la camilla, y la abracé y la besé. Parecía que me quería comer a besos. Pero retiré mis labios de los suyos para comenzar a besar el resto de su cuerpo. Su cuello. Sus pezones duritos. Su vientre. Sus muslos. Su vulva. Y ahí me quedé. Continué haciéndole un oral a la vez que ella guiaba mis manos para que agarrara sus pechos. Así continué hasta que después de uno que otro temblor, ella se reincorporó en la camilla. Seguimos tocándonos y masturbándonos un poco más, hasta que guío mi miembro adentro de ella. De ahí continuamos en misionero. Uff, qué manera de besarme esta mujer. Me tenía loco. Ya para terminar fuimos a lo perrito. Ella con su pecho totalmente apoyado en la camilla, pero con su cola bien alzada. Tremenda visión de su colita redondita. Unos minutos más a lo perrito, disfrutando tremenda vista, viendo su mirada de malula en el espejo, hasta que finalmente terminé. De ahí lo usual, me ayudó a limpiarme y me dio el pase a la ducha. De vuelta y vestido, le pagué y nos despedimos.
En resumen, gran servicio de la exquisita Ignacia. Buen masaje y tremendo regaloneo me dio. Con unos besos que me dejaron loco y un cuerpecito que es una maravilla. Un gusto volver con Ignacia, que cada vez me atiende mejor. ¿Volvería? Claro que sí.
A la salida tuve la oportunidad de saludar a Nicolle. Por dios esta mujer está tanto o más hermosa que la primera vez que la conocí hace ya unos 3 o 4 años (cuando abrió Bliss55).