Centro Masajes : Bliss55
Ubicación : Metro Plaza de Armas
Costo : el publicado
Horario : 11:00
Fono : el publicado
Recepción : Buena, como siempre
Higiene : Buena, como siempre
Terapeuta o Masajista
Masajista : Daniela
Contextura : Delgada con tremendas curvas
Trato : 7
Cara : 6.6
Besos : 6.5
Masaje : 6.8
Sensitivo : 7++
Volviendo las ganas de gozar con la rica Daniela agendé con ella al número de Bliss. Como siempre me agendan rápidamente y sin problemas. Acudo al lugar a la hora acordada. Me abre Daniela vistiendo un vestido burdeo bien ceñido que permitía adivinar sus voluptuosas curvas, una cola grande y firme, una cintura estrecha y unos pechos 2.0 de los que se delineaba sus pezones en la delgada tela del vestido. Protocolo habitual: saludo, al box, a la ducha y de vuelta a la camilla. Vuelve Daniela para comenzar el masaje, colocándose cerca de mí, dándome la oportunidad de disfrutar de la suave piel de sus firmes muslos. Mientras vamos conversando del fin del año y de uno que otro tema ella va masajeando cuidadosamente desde mis hombros hasta mis piernas, sin descuidar brazos y espalda, aplicando presión con palmas y nudillos para ir distendiendo la porfiada tensión que siempre acumulo en la espalda. Para ir pasando al masaje sensitivo se quita el vestido, revelando su despampanante cuerpo. No llevaba nada debajo del vestido. Y es que esta mujer ni necesita sostén ya que sus pechos 2.0 le quedaron fabulosos, firmes, redonditos y paraditos. Se subió a la camilla para apoyar su desnudo cuerpo en mis piernas mientras extendía sus brazos para masajear mi espalda aplicando una buena cantidad de presión para terminar de relajarme, a la vez que ya comenzaba a calentarme con uno que otro roce de sus ricos pezones duritos en mi espalda. Me dice que me de vuelta, con lo que se sienta encima mío para masturbarme con sus manos mientras roza su niña contra mi pecho, llevando sus caderas atrás y adelante sobre mi torso. Uff, qué vista más rica era ver su cola grande y redonda acercarse y alejarse de mi cara mientras sentía la humedad de su entrepierna aumentando. Luego ambos nos sentamos en la camilla, sentados frente a frente. Mientras nos masturbábamos nos íbamos besando y recorriendo nuestros cuerpos. La tendí en la camilla para acomodarme entre sus piernas y comenzar a hacerle un oral. Ahí me quedé mientras su cuerpo reaccionaba y se estremecía y una de sus manos se apoyaba en mi cabeza. Una vez satisfecha cambiamos posiciones, tendiéndome yo en la camilla para que ella enfundara mi amigo y comenzara a jugar con él con sus manos y boca. Así estuvo algunos minutos, dándome unas muy coquetas miradas mientras me llevaba al límite, hasta que ya no aguanté más y terminé. Me limpió y luego me dejó descansando en la camilla mientras se iba a duchar. Luego el protocolo final: me duché, me vestí, pagué y me despedí, saliendo a la calle relajado y feliz.
Y bueno, otra muy buena atención de la estupenda Daniela. Ella es una mujer madura que sabe lo que hace. Además tiene un físico espectacular. Su masaje es uno de mis favoritos, con buena técnica para quitar nudos y relajar músculos. Además nos conocemos hace tiempo, así que los dos sabemos cómo regalonear al otro y pasar un muy buen rato. ¿Volvería? Pues claro.