Ubicación : Metro Manquehue
Costo : el publicado
Horario : 11:00
Fono : el publicado
Recepción : Buena, como siempre
Higiene : Limpio y ordenado. Lo malo es que no hay ducha.
Terapeuta o Masajista
Masajista : Daniela
Contextura : Bajita con buenas y ricas curvas
Trato : 7++
Cara : 6.6
Besos : 6.8
Masaje : 6.8
Sensitivo : 7++
Desde hace tiempo que soy cliente de Daniela, así que no podía dejar de ir a conocer su nuevo lugar de trabajo. Agendo sin problemas y parto. El lugar me queda lejos y no medí bien el tiempo que tardaría, así que llegué un poco tarde. Afortunadamente eso no causó ningún problema. Entrando al edificio me detuvo el conserje (un señor de edad). Me preguntó a dónde voy. Le respondo. Me pide el carnet. Me registra y sin más comentario me deja pasar. En la puerta me recibe Daniela vistiendo un jeans y un peto bien apretados que lucían su bien delineado cuerpo. Me saluda alegre y me hace pasar al box. Me da la opción de ir al baño, lo que acepto. Ahí me di cuenta que no hay ducha, así que a lavarme las manos y echarme una remojada rápida para sacarme el sudor y refrescarme un poco del calor. Afortunadamente en el box tiene un buen aire acondicionado. De vuelta al box me desnudo y me tiendo en la camilla. Daniela comenzó su reparador masaje mientras conversábamos. Como siempre su masaje es muy bueno, preocupándose de masajear bien todo el cuerpo mientras yo aprovechaba de acariciar sus piernas. Siempre es un gusto sentir cómo aplica presión con palmas, dedos y nudillos. Me dejó super relajado después de varios minutos masajéandome, tras lo cual se quitó la ropa para terminar el masaje recorriendo mi espalda con sus grandes y firmes pechos. Luego me pidió que me diera vuelta y comenzó a masturbarme. Yo aproveché de agarrarme bien a esos grandes pechos que le quedaron espectaculares, masajeándolos y besándolos. Me encantan sus pezones oscuritos que le sobresalen cuando se le ponen bien duritos. A la vez acariciaba sus piernas y cola, que los tiene más firmes después de estar haciendo ejercicio un tiempo, según me contó. Yo estaba encantado con la cara entre sus pechos y mi mano entre sus piernas, sintiendo cómo se comenzaba a excitar mientras me masturbaba al mismo rito con el que yo la tocaba. Después de jugar un rato el uno con el otro, le ofrezco un oral. Tras aceptar cambiamos posiciones, colocándose ella en la camilla y yo de pie frente a ella. Volví a tocar y besar sus pechos (es que estaba fascinado amasándolos), tras lo cual fui bajando con mis besos por su vientre hasta su entrepierna y sus muslo, hasta que llegué a sus genitales, comenzando suave y luego más fuerte. No pasó mucho hasta que ella misma me tomó la cabeza con firmeza y la presionó y movió para aumentar la intensidad con la que se excitaba. Así estuve un rato hasta que me empujó para alejarme de su niña que yo no quería soltar, apretando sus piernas mientras se reía. "Ahora me toca a mí chupar" me dijo, con lo que vuelvo a sentarme en la camilla. Ella me colocó condón y comenzó un buen oral, aplicando harta presión y una velocidad que me sorprendió, moviendo su cabeza rápido arriba y abajo para llevarme al borde. Luego continuó con las manos, cada vez más rápido, a la vez que se inclinaba hacia mí para seguir besándonos a la vez que posicionaba su cola para permitirme seguir tocándola. Fue aumentando la intensidad con que me masturbaba hasta que no aguanté más y terminé. Pero ahora era ella la que no me soltaba, siguiendo masturbándome hasta que tuve que agarrar su brazo para detenerla, mientras ambos nos reíamos. De ahí ambos nos limpiamos con toallitas húmedas y nos lavamos en los lavamanos que convenientemente están en el mismo box. De ahí a vestirnos, pagar y despedirnos.
Y bueno, otra muy buena experiencia con Daniela. Lamentablemente se fue a un lugar donde cobra más y me queda el doble de lejos. Pero ella siempre me atiende muy bien y su masaje es de mis favoritos. Además esta vez ambos estuvimos particularmente apasionados, tocándonos, besándonos y masturbándonos con intensidad. Definitivamente valió la pena ir a verla. ¿Volvería? Pues sí. Ya no tanto como antes (por el tema de la plata y la distancia), pero espero volver a gozar de esta estupenda mujer.