DATOS
Templo = Mias SPA.
Musa = Nikol.
Costo= 20 mil valor promocional más tips.
Ubicación= cerca del metro Salvador.
Fono= el que aparece en el aviso
Recepción = Buena comunicación y recepción.
Fecha= viernes 5 de febrero.
NOTA SERVICIO
Apariencia en general. = 6,8
Contextura =, exuberante, dueña de una sonrisa extraordinaria y un cuerpo armonioso.
Edad = 25 años aproximadamente.
Estatura = Nikol 170 sin tacos.
Cara = 6,5 dueña de una sonrisa preciosa junto a una mirada muy expresiva como coqueta y sensual.
Voz = 6,5 suave.
Besos = 7,0 de menos a full besos, excelentes, maravillosos, leer al respecto.
Figura= 6,5 proporcionada, estilizada, poseedoras de un armónico y bello cuerpo.
Masaje = 6,5 muy buenas manos, en la primera hora junto a Anais, este relato es de la segunda hora sólo con Nikol.
Atención= 7,0 excelente
Ambiente = 7,0 buen ambiente, limpio, ordenado, box cómodo, con un sillón que se convirtió en nuestro cómplice.
DESCRIPCIÓN
Una vez que quedamos solos, para quien no sabe, en la primera hora compartí con Nikol y Anaís ver el relato en el siguiente link
http://www.lacamilla.cl/web/threads/4413-experiencia-de-un-haren-DUAL-con-Anais-y-Nikol
Nikol se acerca lentamente al lugar en donde yo me encuentro ubicado se para de frente, me rodea con sus brazos y yo a ella, nos miramos de una manera distinta, su sonrisa reflejaba que se sentía a gusto, cómoda, sus ojos sonreían, y por momentos sus mirada era tierna, en otros era sensual como provocativa.
Nos besamos, suavemente, después con mayor pasión, alternado ritmos y estilos de besar… se da una pausa y señalo comenzaremos con un nuestro nuevo estilo de terapia, la cual habíamos estado conversando junto a Anaís en el sillón, en la hora anterior. seguimos con las caricias y besos, no sólo en los labios sino que en el cuerpo, en sus generosos pechos, los cuales ella alterna para que pueda besar y acariciar, ella me acaricia, me besa el cuello, el cuerpo, yo me siento en una parte de la camilla, después ella se sube y ocurrió un incidente menor, la camilla se levanto producto que en un extremo estábamos los dos, por tanto se levanto y al levantarnos se cayó, nos reímos, la revisamos armamos la camilla nuevamente y nos ubicamos en la camilla esta vez sin riesgo de sufrir algún percance, estábamos más cerca del espejo, la beso y aprecio su lindo cuerpo en el espejo.
La abrazo con mis brazos y con mis piernas acaricio sus piernas. Debo detenerme en un detalle, su piel resulta ser muy suave como tersa. En ese instante la complicidad era nuestra aliada, nos entendíamos sin palabras, me recosté en la camilla y ella me recorrió con besos y caricias, en la medida que yo podía hacia lo mismo. Al cabo de un momento coloca el preservativo, continua con sus besos en especial en ciertas zonas, y lentamente comienza a realizar un oral que me provocaba mucho placer. No sé si el placer era por las diversas sensaciones del oral, o bien por su actitud, sus miradas cargadas de erotismo, sensualidad y deseo. Creo que fue todo en conjunto.
Respiro profundo, le pido que me dé una pausa, posteriormente le solicito si ella se puede recostar, comienzo yo ahora a besar cada parte de su cuerpo, retiro la última prenda de ropa que tenía puesta, su tanga o era unas pantaletas, no recuerdo bien, el punto es que acaricie, bese con paciencia su anatomía, sintiendo y disfrutando del momento, ver su cuerpo, besarlo acariciarlo, lamerlo, y como respondía a mis caricias y estímulos, todo esto en silencio, sólo acompañados del sonido de la música de fondo y de la intensidad de nuestras respiraciones.
Le invito a pasar al sillón, que es un futón y lo acomodamos para poder recostarnos y seguir con la sesión de besos, caricias, y miradas… que les puedo indicar, fue sensacional, impresionante, pues era tal el nivel de intimidad, sensualidad, erotismo que existía entre ambos, que no era necesario nada más, así que así nos quedamos, compartiendo nuestras caricias, nuestras lenguas, nuestras miradas y risas, hasta que ella baja y retoma el control, continuando con el oral que me había estado realizando, yo simplemente me deje querer y después de unos minutos experimente un placentero orgasmo.
Nos quedamos tendidos en el sillón, abrazados por momentos, acariciándonos, conversando de la vida, del grato momento que experimentamos. Aquí pude apreciar aún más sus lindos ojos, su mirada expresiva, como su sonrisa amable, hecho que le mencione y nos llevo a compartir otros temas de nuestras vidas. Todo esto, manteniendo un contacto visual, excepto cuando nos besábamos de distintas maneras y estilos. Hubo un repertorio de besos que disfrutamos, junto a nuestras caricias y miradas. Por mí y creo que tamb