Datos Generales
Centro Masajes: Masajes Las Condes.
Ubicación: Los Militares con Alonso de Córdova.
Costo: 35 lks.
Horarios: 18:00 hrs.
Fono: En el anuncio.
Recepción: Bien.
Higiene: Un lujo.
Terapeuta o Masajista
Masajista: Isabella.
Contextura: Delgada.
Trato: 7.
Cara: 7.
Besos: 7.
Masaje: 6,5
Sensitivo: 7.
Saludos colegas. En las muchas y agradables conversaciones previas que tuve por WSP con Masajes Las Condes me había comprometido a visitarlas, pero (siempre hay un pero en la vida) el tiempo de recuperación de un pequeño asunto de salud fue un poco más largo de lo presupuestado; pero tan pronto estuve bien lo primero que hice fue agendar una horita al teléfono y -como buen hombre de palabra que acostumbre ser- cumplir mi palabra. Cero problema, comunicación aún más fluida al habla... y el momento finalmente había llegado.
Viernes recién pasado. Genial departamento. Paso por conserjería, full simpatía ellos, hasta nos quedamos hablando de la vida un par de minutos... como que no quiere la cosa dicen; me piden carnet para registrar o no sé qué y me dan el pase al ascensor.
Buena recepción de la encargada, ella se hace llamar Maite, muy atractiva y juvenil, sumado a ese acento caribeño que tiene... tan o más simpática que en las comunicaciones previas (una verdadera lástima que ella no atienda según me dijo).
Me hace pasar al box, un excelente box, aquí hay nivel en lo que a higiene y decoración se refiere, nada al azar, todo en su justo lugar y bien ventilado. Muchas velas por el lugar, que no estaban prendidas puesto que la tenue claridad del Sol que penetraba por las persianas hacía ver un poco el ambiente de la espaciosa habitación.
Mientras cruzábamos palabras con Maite ella me ofrece presentarme a las chicas disponibles. Difícil, muy difícil la elección de las chicas... cuál de las dos damas era más hermosa y cercana en su presentación para conmigo. Sin embargo la decisión tenía que tomarla sí o sí, el tiempo es oro. Isabella fue la encargada de introducirme al mundo Masajes Las Condes.
Aquí se me cae mi lado baboso, lo lamento: 1.70 mt. de cuasi-perfección hecha mujer, hermosa, muy atractiva, delgada y excelentemente bien proporcionada de pies a cabeza, adornada con un corto vestido negro ajustado a su hermosísimo cuerpo. Pero por si eso no fuera poco, una simpatía extrema (me abrazó de forma muy cálida en su presentación) y una formalidad que a veces bordea lo absurdo (hasta me pedía permiso cuando entraba al box o salía por la toalla, ducha, etc., como si fuera yo el dueño de casa wn, jajaja...)
Me ofrece la ducha, la cual acepto de inmediato. Un baño que la ducha casi lo abarcaba completamente con puertas de vidrio con corredera. Hasta un sistema de radio FM tenía incorporado, muy innovador, nunca lo había vivido... sin embargo fue tan corta la ducha que ni me preocupé de la música.
Algo estrecho el baño eso sí (aunque si le sumamos a la ecuación mi complexión física no puedo quejarme demasiado, me pasaría de cara de r...).
En fin, de guata a la excelente camilla y a dar paso a la experiencia en MLC. Basta de tanta -pero necesaria- introducción.
El masaje de Isabella fue muy grato de vivir, lo aplicó en piernas, glúteos, brazos y por supuesto espalda. Personalmente lo sentí más bien relajante que descontracturante, sin embargo ella se esforzó y esmeró en hacerlo lo mejor posible. Me consulta en la fase final del masaje en cuál área aplicar más fuerza, le comenté que en mi parte baja de la espalda. Aplicó más técnica en ese sector, lo cual funcionó bien.
Demás está decir que en todo el masaje ni nos aburrimos en una muy agradable conversación. Se habló de todo y de cosas muy interesantes también. Isabella de verdad que derrocha simpatía y energía positiva si logras enganchar con ella. Obvio que a veces habían ciertas lagunas cuando se oían sutilmente el sonido de sus prendas caer... y lo glorioso del asunto empieza finalmente.
El silencio es dueño del momento. Fuera de la música a volumen moderado ya no hay más en la escena que yo desparramado en una cómoda camilla sintiendo unos suaves pechos deslizarse por mi espalda y pantorrillas. Uno que otro besito por la espalda... su cabello largo y suelto también acariciaban y complementaban esa dulce previa. Se acercaba a mi cara (quizá ya quería besarme, no lo sé, pero si es que quiso no pudo puesto que tenía mi cabeza insertada en el agujero de cabecera de la camilla) hasta que su tierna voz dice las palabras que todos queremos oír... a hacer caso nomás.
Me doy vuelta y lo que mis ojos ven me costó creerlo. Qué hermosa que se ve ella, ya sólo con un diminuto colaless. Le pregunté si es que hacía ejercicio... es que esa guatita plana y cintura armoniosa es un deleite a la vista. Qué decir de sus piernas (mi parte favorita de las féminas)... largas y firmes, su pronunciada colita fue la guinda de la torta. Piel suave y limpia, libre de imperfecciones, estrías, tatuajes, piercings, etc. Ella en la