Poco suelo reportar, mis incursiones más frecuentes son en Msk, centro que no se anuncia en la Camilla y centro donde están mis dos grandes favoritas y destino frecuente de mis visitas: Brisa y Amber. De Amber hay algunos reportes más o menos recientes, de Brisa, hace tiempo que no se escribe por acá. Ella es una chica de rostro hermoso y cuerpito de teen. Su actitud, si bien es amable y acogedora, no es provocadora y por lo tanto no es indicativa de lo bueno que es su servicio.
Marzo de 2016 ha sido un mes de depresión económica para mi. Por eso mismo, no había tenido ninguna incursión, aunque sí había tenido muchas ganas; le debo visita a Amber de Msk, le prometí visita a Julietta de Terciopelo, sigo con visitas pendientes a Malibu, sigo con ganas de conocer Yiwo, Balines y algún otro.
Pero como los pesos no estaban, tuve que recurrir a la LC y decidí por mi primera prioridad: Brisa de Msk, rica entre las ricas. Ella y Amber son mis favoritas absolutas.
El problema es que agendar con Brisa es una tarea de alta incertidumbre, nunca se sabe qué días estará y menos aun la hora. Pero salvando esas barreras, logré encontrarme con ella el jueves a las 13:00.
Beso de recepción. “Hacía tiempo que no venías...” la tengo acostumbrada a, como mínimo, dos visitas mensuales, ahora hacía más de un mes sin visitarla. Pasamos al box, segundo piso, primera vez ahí.
Conversa para ponernos al día, mientras me saco la ropa, luego pasamos al baño y ella se saca su ropita, “yo también me voy a duchar, porque vengo llegando”.
De regreso al box, mientras me pregunta por la pega, la salud y otras cosas, yo la acaricio y beso sus labios, su cuello, sus hombros. Me apoyo en la camilla, la atraigo hacia mi y seguimos la conversa alternada con besos y caricias, mis manos acarician su culo, suave como piel de bebé. Me advierte que anda delicada de sus pechos, que los trate con delicadeza, le hago una demostración de mi delicadeza y le acaricio los pezones con mi lengua, ella sonríe y aprueba.
Pasado un rato, la hago girarse para que quede de espaldas a mi. FC busca acomodo en una cálida hendidura. Mis manos acarician todo lo que hay a su alcance, mi boca besa su espalda, su cuello, giro su cabeza y la beso en la boca.
Me invita a tenderme en la camilla y ella se tiende junto a mi, quedamos de frente y sigue el jugueteo de caricias y besos. Unos minutos después, me bajo de la camilla y hago que ella quede de espaldas. Beso su boca, su cuello, pechos, abdomen, pelvis, muslos, pies, beso cada dedo de sus pies. Subo nuevamente por su anatomía, hasta llegar a su entrepierna. Allí me quedo, beso los alrededores de la zona cero, paso mi lengua, hasta que ella se encuentra con su clítoris... un leve gemido. Levanto sus piernas y procedo, voy subiendo en intensidad, cambiando de juego. Mis manos no están quietas. Las suyas tampoco, la mano que derecha busca a FC, lo acaricia, junto con la vecindad. A medida que mi cunnilingus sube de intensidad ella me masturba y también va aumentando la intensidad.
No sé cuánto tiempo dura ese juego, pero de pronto ella se estremece, no creo que haya llegado a la cima, pero me detiene y se mueve, se baja de la camilla y me indica que es mi turno. Me tiendo de espaldas, pone profiláctico y empieza un exquisito oral. Están lejanos los días en que me otorgaba el privilegio de oral s/c, pero su oral sigue siendo de lo mejorcito, para mi.
Le pido que se suba a la camilla para un intenso 69. Ella alterna boca y mano, mientras yo saboreo sus delicias. Creo que ahora sí que logro llevarla a la cima. El momento es intenso y muy disfrutado por ambos. En algún momento, ella se baja de la camilla, su rostro enrojecido y mirada hot demuestran que ha sido un momento intenso para ella, como lo ha sido, mucho más, para mi. Quita el preservativo, lubrica con aceite y se aplica hasta llevarme al quinto cielo.
Nos quedan unos minutos para compartir más conversa, sus estudios, planes de futuro, sus inquietudes. Las caricias mutuas siguen presentes. Ducha y vuelta al mundo. Y desde ya pensando en cuándo podrá ser mi próxima visita.
Volvería? jojo... desde julio de 2012, ya perdí la cuenta, deben ser más de 70 visitas... mmhhh... yo creo que sí, volveré.
Ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa.