De mis muchas visitas a este centro, la mayoría se han centrado en Brisa y Amber. Ahora que Amber se independizó y que Brisa es cada vez más difícil de pillar es que Senki, hombre preocupado del negocio y de los clientes, me sugirió conocer a Mey.
Datos Generales
Centro Masajes :
Ubicación : Vicuña M. Marin
Costo : $20K promo + propi
Horarios : 16:00
Fono : prohibido aquí
Recepción : Como de la casa
Higiene : todo impeque
Terapeuta o Masajista
Masajista : Mey
Contextura : Delgada,
Trato : 7
Cara : 6,0 no es lo que diría hermosa, pero tiene bellos ojos y unos labios de deseo (tipo labios de mulata), con eso gana muchos puntos
Besos : 6,5 hartos besos buenos
Masaje : 6 bien, pero no de lo mejor, igual me sacó unos nudos
Sensitivo : 6,5 hot
Llegué adelantado unos minutos y ella no se hizo esperar, vino a mi encuentro prontito, eso se agradece.
Un poco de conversa, ducha y a la camilla de guata.
El masaje es correcto, sin ser extraordinario, me deshizo un par de nudos en los hombros. La conversación va fluyendo, de menos a más, hasta hacerse distendida.
Pasado un rato, el masaje cambia, de palma de la mano a uñas. Es una extraña sensación que se va haciendo agradable, a pesar de lo cosquilloso que yo soy. Al mismo tiempo, sus manos se acercan a zonas más sensibles, la temperatura va subiendo.
Paso siguiente, la siento que se sube a la camilla y empiezo a percibir el contacto de sus tetas en mi espalda, la dureza de esos pechos es realmente exquisito y provocativo. Mis manos empiezan a reconocer territorios.
Y llega el momento, me giro y sus manos se van a saludar a FC, ya erguido. Yo acaricio sus hermosas tetas, incólumes luego de la maternidad y lactancia, duras, paradas. Acerca su cara a mi y empezamos a besarnos, con esos labios gruesos y calentones que tiene era imposible que no fueran ricos los besos. Me siento en la camilla y seguimos besándonos, no sólo la boca. La hago girarse. De espaldas a mi, la acaricio y nuestros cuerpos se rozan intensamente.
Mis manos indagan temperatura y humedad de sus zonas íntimas. Seguimos acariciándonos y besándonos.
Sugiero pasar el futón, ella accede. Ahí, sentados, vuelvo a acariciar su intimidad y noto que la humedad ha aumentado. Cortésmente, le solicito su permiso para probar sus delicias, ella acepta. Mi lengua inicia su trabajo, con ayuda a ratos de mis dedos. Ella se va dejando llevar y parece estar disfrutándolo "lo haces muy rico". Hasta que se estremece, al parecer, ha llegado a la cima. No hace ningún ademán de moverse, creo que espera que yo siga en la misma faena. Decido que ha llegado mi momento, me levanto y me siento en el futón en posición de recibir lo mío. Ella comprende mi gesto y se arrodilla para iniciar un rico oral.
El oral de Mey es mucha boca y muy poca mano, rico, cambios de ritmo, profundo a ratos, jugueteando en el glande el resto, saludo a la vecindad. Propongo cambiar de posición y nos ponemos en direcciones opuestas, para darnos mutuo placer. Creo que ella se acerca nuevamente a la cima. Finalmente, yo llego a ver la luz.
Ha sido un grato momento, me había estado perdiendo todo este tiempo a Mey.
Volvería? Sí, creo que volveré, Mey es una chica agradable, complaciente y, llegado el momento, calentona.
Ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa.