Reporte de mi incursión del 7/02/17. No había podido subirlo porque no tengo acceso a la Camilla desde mi casa.
Desde hace algunos días, había estado intentando coordinar visita a Francisca (ex Mpl, ex Lee de Msk) o a Fernanda, de Green House (grinjaus), sin éxito. Sabia, además, que por estos días era el cumple de Vivi y quería aprovechar la visita para saludarla. Wspeando con Vivi, salió la posibilidad de que me atendiera con ella “nunca te has atendido conmigo”. Además que ella me debia besos desde el cumpleaños anterior...
Así la cosa, estaba poco claro con quién me atendería. Fernanda ya no está (sospecho que la conocía de otro centro).
Cuando me comuniqué con Vivi para confirmar visita, ella me comunicó el veredicto final: “Junta miedo, te atenderás con las dos, te vamos a hacer un dual”. Cuando una mujer te dice algo así, con esa determinación, sólo queda tragar saliva y aceptar.
Salido de la ducha, me encontré sólo con Fran en el box “acomódate”. Empezó el masaje ella sola, yo no estaba para objetar nada. Al poco rato, llegó Vivi.
Entre las dos, masajearon todo este cuerpo, tan querido para mi. Creo que no dejaron rincón sin encremar. Yo estaba relajado como gato de solterona, En algún momento, noté que las manos de la Panxita urgaban por zonas recónditas de mi anatomía, de esas que mi mamá me enseñó a vigilar que no cualquiera las toqueteara. Del relajo, pase a estado de alerta, mi mano izquierda buscó piel, encontró una pierna de Panxita y, unida a esa pierna una nalga dura, redonda, sin aristas ni pliegues, rrrrica! La mano derecha, entretanto, se encontró con la abundancia de la delantera de Vivi, pero... ¡déjenme hablarles de abundancia!.
Se había iniciado el sensitivo. Manos, bocas, tetas y otras menudencias se desplazaban sobre mi atónita humanidad. Yo soportaba estoicamente los embates cargados de erotismo de ambas chicas.
Hasta que escuché lo que pensé podría ser la campana salvadora, casi un susurro: “date vuelta”. En una mínima fracción de nanosegundo yo estaba de espaldas. Si en algún momento pensé que bajaria la tensión y la pasíón, estaba profunda y definitivamente equivocado. Esas mujeres querían aprovecharse de mi cuerpo virginal; bueno, casi virginal; bueno, casi.
El erotismo estaba desatado, Vivi puso profilactico a FC y procedió con un oral de órdago. Mientras Panxita alternaba entre poner al alcance de mis manos y bocas, sus tetas, su culo y su boca, ¡qué besos!... Vivi, por su parte, me llevó a evocar paisajes desde Astrakán a Vladivostok, una rusa total.
En algún momento, noté que el oral de Vivi me acercaba peligrosamente al punto de no retorno, me semiincorporé, agarré a Vivi y la atraje a mi, para cobrarme mil besos prometidos hace como un año. Panxita asumió su turno con FC y empezó a darle con tutti, recordé las zambombas de floclor español.
Ahí estábamos Vivi y yo, tratando de ponernos al día con los mil besos y Panxita dale que dale a la zambomba.
Hasta que toda resistencia fue inutil, los que pudieron ser mis descendientes fluian por mi cuerpo, las manos de panxita y quien sabe dónde más.
Panxita me limpió casi con ternura maternal. Vivi me anunció un “masaje craneal”. Yo estaba entregado, podían hacer conmigo lo que quisieran. Después, conversa, un rato largo, recorrimos todo el mercado masajistico de Santiago de Chile.
Pagar y volver al impersonal mundo exterior. Estuvimos como 1:30 jajaja.
Aprovecho de destacar las instalaciones de Grinjaus. Por fuera, se ve una casa vetusta, sin mayor atractivo, pero al entrar se nota la dedicación y cuidado puesto en cada detalle, mobiliario de la sala de recepción, baño impecable, boxes amplios, cómodos, todo muy limpio, impecable. Un agrado estar en esas instalaciones. Felicitaciones a las socias.
Ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa.