Datos Generales
Nombre: Swett Dreams
Ubicación: Santiago Centro.
Costo: 20 mil más tips
Horarios: durante la tarde
Fono: 9 6750 8898
Recepción: lo justo y necesario, algo parca, a mi parecer a ratos.
Higiene: limpio todo en orden.
Terapeuta o Masajista
Masajista: Francisca
Contextura: 6,5 normal, delgada, bien tonificada, cintura hecha a mano y un culo muy rico.
Trato: 6,8 amable y cordial.
Cara: 6,5 lindo rostro.
Besos: 7 ricos, suaves e intensos.
Masaje: 7 sabe lo que hace, con la presión necesaria.
Sensitivo: 6,9 ufff con gusto a poco.
Estaba por Santiago centro y hacía rato que quería conocer a esta musa, tras leer los relatos de las experiencias, en especial un comentario de crazy diamond,
comentario
ella paso a ser alguien con quien no podía concretar, ya sea por temas de agenda, o no estaba, o simplemente no respondían a mis llamadas desde el centro.
El punto es que antes de emprender rumbo a mi plan A, (Paraíso) llamo a Swett Dreams para saber si encontraba Francisca y me responden que sí, genial me dije a mí mismo, reservo hora para x minutos más y de paso recibo las instrucciones para llegar a este centro.
Una vez allí, toco el timbre y abre la puerta Dulce, con cara de pocos amigos, temí que la situación no fuese a ser como lo que había leído, me hace pasar a un box pequeño que tiene una ducha sólo para uno, aprovechando que estaba ahí, le consultó si puedo conocer al resto de las chicas, a lo cual me dice -“eso se descontará de tu tiempo de atención”- como comentario simplemente indicar la poca visión o estrategia del negocio, condicionando el con el tiempo, en lugar de ver aquellos minutos como una inversión a futuro, en fin.
Pasan una a una las masajistas disponibles, algunas para mi gusto se veían bien simpáticas y cada cual con su atractivo, la última en pasar resultó ser Francisca, quien me abraza y me da un beso suave en los labios. Partimos bien, me dije a mi mismo.
Paso al baño y a la ducha, salgo me seco y a la camilla, recibo un masaje excelente, se nota que sabe de masajes, para mi impresión debe ser uno de los mejores masajes que he recibido, comparables en calidad a los Valeria (de Paraíso) y Amber (independiente). Si bien he conocido a otras musas no creo estén a este nivel, un masaje demasiado bueno, dedicado con la presión requerida y fuerza necesaria.
Durante el masaje, conversamos, comentándole que me había resultado difícil coordinar el encuentro. Debo señalar que en ese instante por más ganas que tenía de recorrer con mis manos sus caderas y piernas, me abstuve, pues en la primera sesión asumo un rol más tranquilo hasta que avanza o bien se genera esa complicidad que permite ser más avezado.
Pues bien, ella continua con el masaje, se ubica frente a mí y lleva mis manos a sus nalgas, debo detenerme un momento y destacar su trasero, el cual es exquisito, duro, preciso, lo acaricie y pude además de percibir y sentir su suave piel, pues comencé a acariciar sus nalgas y piernas. Ella me comienza a besar el cuello, la espalda y me dice la frase mágica “dese vuelta” y la encuentro totalmente desnuda, con esos pechos grandes, turgentes, su pequeña cintura y ese trasero que ya lo querría una miss reef.
Beso sus grandes pechos, su cuello y llego a su boca, me siento en la camilla y la abrazo y al mismo tiempo la atraigo hacia mí, todo esto mientras nos besábamos como si fuese acabo de mundo. Me bajo de la camilla y nos pegamos un atraque contra el muro y después contra la camilla, estábamos a mil por hora… ella me coloca protección y seguimos así, de pie, la siento en la camilla, la beso, me besa, nos acariciamos de muchas formas, estábamos a punto de fusionarnos en uno sólo, deseo y ganas de mi parte no faltaban, -creo que de ella tampoco-. Seguimos así por unos minutos más y me comenta lo excitada que estaba… en eso comienzo a besar todo su cuerpo, su cuello, sus pechos, uno a uno, saborear y sentir como sus pezones se endurecían aún más, mientras una de mis manos acariciaba su cintura y la otra su vagina. Bajo hasta ella y comienzo a practicar un oral de manera suave, aumentado la intensidad, junto a las caricias de mis labios y mi lengua, mis manos acariciaban sus pechos, sus piernas, estábamos así cuando tras unos minutos comienzo a escuchar como sus quejidos aumentan en intensidad, después sus piernas aprisionaron mi cara y sus manos empujaban mi nuca hacia ella. Sigo así hasta sentir largos e intensos gemidos y vibrar su pelvis, señal del placer obtenido.
Me pongo de pie y ella –literalmente- me devora a besos, si antes eran apasionados ahora eran expresión de deseo y lujuria, vuelvo a estar frente a ella y comienza un juego de roces, estábamos al límite y en eso ella baja, practicando un oral de antología, demasiado rico, yo estaba por la cuerdas ,en eso ella se pone de pie y comienzo a pasar mi pene por sus nalgas, mientras nos besábamos una de mis manos seguía acariciando allá abajo, nos movemos juntos, cabe destacar que ella con agilidad y destreza me estimula con sus nalgas hasta hacerme acabar.
Nos quedamos de pie… tiritando para después fundirnos en un beso, me limpia y ambos teníamos una mirada de satisfacción como de complicidad. Sale del box para ver si la otra ducha se encuentra disponible para ducharnos juntos- eso hubiese sido genial- , sin embargo, no se pudo.
Paso a la ducha que se encuentra en el box, al salir y secarme me quedaba algo de aceite ella aplica alcohol y comienzo a secarme, conversamos de lo vivido, donde ambos disfrutamos, una vez vestido le doy un beso de despedida que se transformó en una secuencia de besos, de caricias la abrace, la levante pudiendo ella sentir que estaba listo para la acción, creo que de mediar más tiempo me hubiese quedado con ella otra hora.
Volvería, sí y he de reconocer que con un riesgo de empote muy alto.
Saludos,
Solito.